¿Por qué no funcionan las dietas para adelgazar bajas en calorías?


Perder kilos con dietas bajas en calorías ha sido siempre muy popular entre mucha gente que quiere adelgazar. Generalmente estas personas no tienen mucho conocimiento sobre el funcionamiento del metabolismo humano y empiezan a seguir ciegamente una dieta que, seguramente cuando la finalicen, al poco tiempo terminen recuperando rápidamente los kilos perdidos. 
Veamos porqué estas dietas no dan resultado.




Muchos estarán familiarizados o han visto por televisión, alguna publicidad que promete perder tantos kilos en un mes y que, si no da resultado le devuelven el dinero.
Por lo general, todas estas dietas tienen algo en común: son dietas de privación.
Estos métodos de adelgazamiento están diseñados de tal manera que una persona puede sostener este tipo de alimentación por un cierto tiempo, pero que pasado ese lapso, usted lentamente volverá al ritmo de alimentación anterior. Lo que le ocasionará la recuperación rápidamente de esos kilos.

Calcule que usted es alguien que desea perder 7 kilos con el fin de alcanzar su peso ideal. Una dieta de bajas calorías le garantiza que va a perder ese peso en un mes.
Los estudios médicos dicen que en estos casos, en el término de 2 años usted no sólo habrá recuperado los 7 kilos, sino que también habrá subido otros 5 kilos. Esta es la verdad detrás de las dietas de bajas calorías.

En una investigación de la Universidad de Cambridge se contactó con gente que había hecho una famosa dieta que fue ampliamente publicitada por los medios de comunicación. 5 años después el estudio arrojó que el 89% de las personas habían recuperado todo el peso y ganado en promedio unos 6,3 kilos más.


¿Por qué se produce esto?

El cuerpo humano esta diseñado para mantenerse vivo, piense que nuestros antepasados no tenían la facilidad que tenemos hoy para alimentarse,  ellos podían estar días sin comer por falta de alimentos, es por esto que el organismo siempre pone en marcha mecanismos para sobrevivir y si lo sometemos a una dieta de muy pocas calorías, el cuerpo reduce su metabolismo para adaptarse a su nueva dieta y de ese modo sobrevivir.

El grave problema viene cuando dejamos la dieta, en ese momento, retomamos el ritmo de alimentación anterior, con un pequeño detalle, nuestro cuerpo está adaptado al metabolismo de la dieta, por tanto todas las calorías que comamos por encima del nivel que ingeríamos durante la dieta, se transformará en grasa.

Por tanto, si realmente queremos adelgazar, es fundamental tomar distancia de las dietas muy restrictivas en calorías, porque como hemos visto, lejos de ser útiles, son ineficaces y afectan a nuestro organismo y además, no nos permiten conservar la pérdida de peso alcanzada.
Es por ello que tanto se habla de un cambio de hábitos en la alimentación si realmente queremos perder peso y no recuperarlo.


¿Cuál es el camino correcto?
  
Es fundamental no privarse de alimentos, ya que nuestro cuerpo los necesita, la clave está en la calidad de nutrientes que le damos a nuestro organismo.
Esto incluye adicionar las variedades más saludables de alimentos que necesitamos realmente, en pocas palabras cortar con grasas, azúcares y sal fundamentalmente y también, muy importante, anexar el ejercicio físico diario.
  
A partir de una serie de estudios sobre métodos de pérdida de peso, la única variante que mostró resultados positivos a largo plazo, fue la que hacía hincapié en un estilo de vida saludable a través de alimentos sanos y el ejercicio regular.
Además, una dieta saludable acompañada de práctica de deporte diario no solo es eficaz para bajar de peso y conservarlo en el tiempo, este estilo de vida también tiene una fuerte virtud en tres enfermedades que están haciendo estragos en los tiempos que corren: diabetes, enfermedades relacionadas con el corazón y estrés.



Artritis reumatoide: los beneficios del Omega-3


Una investigación realizada por el Medical Center de la Universidad de Maryland, asegura que las personas que llevan una dieta rica en ácidos grasos omega-3 están menos predispuestas a sufrir de artritis reumatoide que aquellas personas que consumen poco omega-3.




¿Qué es la artritis reumatoide?

Es una enfermedad que provoca una hinchazón crónica en las articulaciones. Más concretamente de la membrana sinovial, la cual cubre y protege los cartílagos de las articulaciones.
Causa además molestias, dolor y rigidez. Generalmente afecta a los 2 miembros, o sea, si una mano tiene artritis reumatoide, lo más común es que la otra mano también padezca la enfermedad. Puede afectar a cualquiera de las articulaciones del cuerpo y es común que afecte a más de una al mismo tiempo. Quien padece esta enfermedad tiene generalmente fatiga y malestar, eventualmente puede tener episodios de fiebre.

Es más común en las mujeres y por lo general empieza a manifestarse en la edad adulta, es bastante frecuente en personas de tercera edad, aunque se pueden encontrar casos incluso en niños.

Se desconoce el origen de esta enfermedad, los profesionales que la estudian creen que puede tratarse de factores genéticos como la causa más probable.


La investigación

Los estudios se basaron en una investigación que se realizó entre las décadas del 80 y 90.
Dicha investigación realizaba un seguimiento a un grupo importante de personas sobre alimentación, en particular la inclusión de pescados ricos en omega-3 en la dieta.

Las personas fueron divididas en grupos, se estipuló un nivel de 0,20 gramos por día.
De acuerdo a la dieta definida se fue separando a las personas que consumían más de 0,20 gramos por día, de quienes consumían menos de esa cifra.

A lo largo de todos esos años, las personas que manifestaron consumir más de 0,20 gramos de omega-3 al día tuvieron un 52% menos probabilidades de sufrir la enfermedad, que aquellas personas que consumían menos de la cifra estipulada.
Además los investigadores detectaron que el consumo a largo plazo de alimentos ricos en omega-3 reducía aún más (un 30%) el riesgo de padecer la enfermedad.


Alimentos ricos en omega-3

  • Salmón
  • Sardina
  • Anchoa
  • Arenque
  • Bacalao
  • Mariscos
  • Nueces
  • Semillas de Lino
  • Aceites de Linaza y Canola


Existen otros alimentos que también contienen omega-3, aunque no en la cantidad de los primeros, veamos los principales:

  • Soja
  • Almendras
  • Espinaca
  • Lechuga
  • Pepinos
  • Coles de Bruselas
  • Fresas
  • Piñas
  • Yema de huevo
  • Aceite de Soja
  • Germen de trigo
  • Aceite de Avellana




Como poner fin al hambre por ansiedad y estrés


Mucha gente que tiene algunos kilos de más, hace cualquier cosa con tal de deshacerse de ellos. Existen muchos tipos de dietas.
En muchos casos las personas están sometidas a estados de ansiedad o estrés, lo que hace aún más difícil un tratamiento exitoso o simplemente no seguir aumentando de peso.
Veamos que podemos hacer en estos casos.




Todas las personas que quieren perder peso deberían grabarse esto en la cabeza: es prácticamente imposible perder peso con éxito, sin tener en cuenta su estado mental.

El comer por ansiedad es cuando se come a causa de estados estresantes en lugar de hambre y es un factor importante en el sobrepeso y obesidad de mucha gente.
Se puede comer para aliviar el cansancio, para recompensarte a ti mismo, para disipar sentimientos de ira o tristeza o para calmar la angustia.
Si usted padece de 'hambre emocional', los alimentos a los que normalmente recurre son altos en grasa, calorías y carbohidratos.
Cuando se está comiendo por razones emocionales, no va a sentir antojo de verduras o proteínas magras, usted querrá seguramente, comida como helados o postres dulces.

El hecho de comer alimentos ricos en azúcar y grasa, todo el mundo lo hace de vez en cuando, pero si es así como trata de reducir el estrés y mantener el estado de ánimo, entonces va a ganar peso o estropear cualquier esfuerzo que esté haciendo para perderlo.


Como saber si usted es un comedor emocional

  • ¿Se siente a menudo estresado, deprimido, ansioso o agotado?
  • ¿El deseo de comer aparece de repente y es urgente?
  • ¿El consumo es subconsciente, como comer una bolsa entera de papas fritas mientras mira televisión?
  • ¿No deja de comer cuando está lleno?
  • ¿Su alimentación le provoca culpa, a menudo siente remordimientos después de comer? 


5 consejos para fomentar la alimentación consciente:

  1. Incorporar cambios sencillos en el estilo de vida, siempre tener a la mano alimentos saludables y hacer ejercicio, como caminar, en una parte regular de su día. Aprovechar el poder de la música para alterar su estado de ánimo, en lugar de ajustarlo con la comida.
  2. Mantenga un diario. Deje fluir su creatividad y escriba sus pensamientos, sueños y emociones. El diario es una salida valiosa para sus sentimientos, está comprobado que las personas que llevan un diario en las que cuentan sus vivencias, están sometidas a menos estrés, ya que el escribir se transforma en un caño de escape de la ansiedad.
  3. Practicar meditación y técnicas de respiración profunda. La meditación tiene el poder de aliviar el estrés, hace que la persona se centre más en sus metas.
  4. No espere hasta morirse de hambre para comer y luego devorar lo primero que cae en sus manos. Incorporar seis o incluso ocho pequeñas comidas saludables en horarios estipulados. Un plan para comer cada dos o tres horas, además sentarse y prestar atención a lo que está consumiendo, incluso si es sólo un huevo duro, un puñado de almendras o una manzana.
  5. Hágase estas preguntas para reemplazar el hambre emocional con el "comer consciente”: ¿Estoy realmente hambriento o tengo otro sentimiento? ¿Estoy deprimido o ansioso y lo que necesito es una recompensa? ¿Hay una manera distinta de comer para hacer frente a estos sentimientos?


Para terminar

Si las dietas no le han dado resultado en el pasado, quizás se deba a que el contacto con las emociones lo impulsan a comer en exceso, posiblemente sea hora de tener en cuenta algunas prácticas que hemos indicado en este artículo, en lugar de seguir luchando contra su “hambre emocional”.


La relación entre la fertilidad femenina y la alimentación


Un grupo de investigadores del Centro de Diabetes y Endocrinología de la Universidad de Utah (EEUU), determinó que los horarios de ingesta de alimentos y sobre todo la cantidad de calorías ingeridas en cada una de las comidas, pueden proporcionar buenas esperanzas a mujeres con problemas de fertilidad.

Veamos los pormenores y resultados de dicha investigación.




Este equipo de científicos, en principio, lo que estaba estudiando era la posibilidad de acrecentar la fertilidad en mujeres con ‘Síndrome de Ovarios Poliquísticos’, pero pruebas posteriores demostraron que, este tipo de dieta, también mostró buenos resultados en mujeres sin este síndrome, pero con bajas esperanzas de quedar embarazadas.

La investigación se efectuó mediante un método de alimentación basado en un ciclo físico metabólico que abarcaba las 24 horas del día, donde el objetivo era hacer un control de la insulina.

Como dijimos anteriormente, al inicio de la investigación, sólo se estudiaron mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos.
Aquellas mujeres que acrecentaron la ingesta de calorías en el desayuno y redujeron el consumo de calorías en el resto de la jornada, derivó en una reducción significativa en la resistencia a la insulina, que a su vez, hizo disminuir los niveles de testosterona.
Este descenso en la testosterona hizo aumentar la asiduidad de la ovulación, impactando positivamente en la fertilidad de las mujeres participantes en la investigación.
Cabe destacar, que el desayuno debe ser alto en carbohidratos y proteínas.


La investigación

En el estudio participaron un total de 50 mujeres, que a su vez fueron divididas en dos grupos.
A ambos grupos le fue asignado una dieta distinta, pero con la característica de que en los dos casos, la cantidad de calorías a ingerir era exactamente la misma, 1800 para cada uno de los grupos, y además, los alimentos también eran los mismos.

El primer grupo consumió 950 calorías para el desayuno, un almuerzo con 650 calorías y una cena de 200 calorías.
En el desayuno del segundo grupo se consumían 200 calorías, en el almuerzo unas 650 calorías y en la cena 950 calorías.

Pasados 3 meses, los autores del estudio examinaron los niveles de insulina, glucosa y testosterona de ambos grupos, así como también la ovulación y menstruación de las mujeres de cada grupo.


El resultado de la investigación

Las integrantes del grupo donde tenían mayor cantidad de calorías en la cena, tuvieron como resultado, altos niveles de testosterona e insulina al final del estudio. Mientras que las mujeres que integraban el grupo con un desayuno alto en calorías, tuvieron una disminución del 50% en la resistencia a la insulina y una disminución también del 50% de la testosterona. Esto derivó en un aumento de progesterona, lo que se traduce en un aumento importante en la tasa de ovulación.

Pruebas similares realizadas con mujeres sin el síndrome de ovarios poliquísticos, pero con baja posibilidad de concebir, mostraron resultados similares en el aumento de la progesterona.

Estos resultados indican que, una dieta rica en calorías, carbohidratos y proteínas durante el desayuno, más baja en calorías en el almuerzo y además, muy pobre en calorías en la cena, estaría aportando muy buenas expectativas a las dificultades de fertilidad de muchas mujeres.



Anemia: lo que hay que saber


La anemia no es una enfermedad, es una señal de que el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son los encargados de suministrar el oxígeno a los tejidos. Las causas pueden ser muchas. Vamos a ver en este artículo las causas, los síntomas y los posibles tratamientos. 




En circunstancias normales, la médula ósea incorpora hierro en la hemoglobina, el componente principal de los glóbulos rojos de la sangre.
Los rangos normales son 13-15 g/L para los hombres y de 12 a 14 g/L para las mujeres.
El glóbulo rojo maduro es liberado para realizar su trabajo de transporte de oxígeno por todo el cuerpo y, al igual que todas nuestras células, envejece y muere después de unos tres meses. Su hierro es reutilizado por la médula ósea para producir nuevas células sanguíneas. 
La anemia se produce cuando el número de glóbulos rojos de la sangre cae por debajo de lo normal. Y puesto que la pérdida diaria de hierro (el componente principal de la hemoglobina) es mínima (excepto con la menstruación) la anemia debe siempre ser considerada como algo anormal.
Hay varios tipos de anemia pero la más habitual es la ‘ferropénica’, que se debe a la falta de hierro, cuya incidencia es más alta en niños en edad de crecimiento,  mujeres jóvenes y adultos con carencias de alimentación.
Debido a que la anemia está fuertemente vinculada a la alimentación, es más habitual en países pobres, pero aún así, también es bastante habitual en países desarrollados.


Posibles causas de la anemia:

  • Algún problema en la médula ósea que afecte la producción de glóbulos rojos.
  • Corta vida de los glóbulos rojos de la sangre (Hemólisis).
  • Falta de los glóbulos rojos por pérdida de sangre.
  • Falta de nutrientes, vitaminas y minerales para generar glóbulos rojos suficientes (vitamina B12, ácido fólico y hierro).
  • Alteraciones en el revestimiento de los intestinos o estómago que afecten la absorción de los nutrientes.
  • Alimentación deficiente.
  • La utilización de ciertos medicamentos.
  • Algunas enfermedades crónicas (colitis ulcerativa, artritis reumatoidea o cáncer).
  • Sangrado interno por el uso demasiado frecuente de analgésicos como el ibuprofeno.



Los principales síntomas de la anemia son: 

  • Palidez. Signo característico como consecuencia del descenso de la concentración de hemoglobina en la sangre.
  • Cansancio: el individuo anémico por lo general se siente fatigado.
  • Disnea: sensación de falta de aire.
  • Taquicardia o palpitaciones: en algunos casos son persistentes. Si la anemia es muy intensa puede haber una alteración en la respiración (mas rápida) y/o pérdida del conocimiento.
  • Alteraciones de la visión.
  • Dolor de cabeza: Cuando la anemia es aguda, pueden manifestarse cefaleas o vértigo.
  • Cambios de conducta: aturdimientos, problemas para comunicarse o concentrarse en alguna tarea.
  • Alteraciones en la menstruación: es la causa más común de anemia en las mujeres jóvenes, aunque suele ser una anemia suave, si es más intensa, suele manifestarse una baja del ritmo menstrual.
  • Problemas digestivos: náuseas, estreñimiento o anorexia.
  • Ataque cardíaco: Los casos de anemia grave pueden ocasionar niveles muy bajos de oxígeno en algunos órganos, como el corazón, lo que puede dar lugar a un ataque cardíaco.
  • Problemas renales: puede darse una retención de líquidos que derive en la hinchazón en las piernas o edemas.

¿Cómo se diagnostica? Para saber si una persona tiene anemia, lo que se hace es un examen llamado “hemograma”, en este análisis se estudian los niveles de los diferentes componentes de la sangre, glóbulos rojos, hemoglobina, glóbulos blancos y plaquetas. Resultados anormales en este estudio, pueden estar indicando que estamos frente a una anemia o alguna otra enfermedad. También podríamos estar frente a una infección.


Tratamientos:

El tratamiento siempre va a depender de lo que ocasione la anemia. En cualquier caso, el cometido será aumentar el nivel de oxígeno que la sangre es capaz de transportar, puede ser mediante la concentración de hemoglobina o el aumento de glóbulos rojos.
Evidentemente, habrá que tratar también el origen de la anemia, lo que la haya provocado.

  • Medicamento que ayude a que la médula ósea produzca más glóbulos rojos.
  • Suplementos de vitaminas y minerales, principalmente de vitamina B12, ácido fólico y hierro.
  • Transfusiones de sangre.
  • En casos graves puede considerarse la posibilidad de un trasplante de médula ósea (síndromes hereditarios por ejemplo).


Recomendaciones alimenticias:

Como hemos dicho mas arriba la anemia de mayor incidencia es la “ferropénica”, este tipo de anemia se debe a la falta de hierro en el organismo.
Veamos por tanto, una lista de los alimentos más ricos en hierro:

  • Mariscos (almejas, mejillones y berberechos).
  • Carnes rojas en general (especialmente el hígado es muy rico en hierro).
  • Legumbres (lentejas, guisantes, garbanzos).
  • Todas las verduras de hoja verde.
  • Pan y arroz integrales.
  • Frutos secos (nueces, almendras, pistachos).




Migrañas y la estructura arterial del cerebro


Una red arterial incompleta que proporciona sangre al cerebro, puede ser la causante de la migraña, también llamada hemicránea.

Una investigación realizada en la Universidad de Pennsylvania deja ver que, variaciones en las arterias del cerebro producen un flujo incompatible de sangre, lo que puede desencadenar las migrañas.




Investigadores de la Universidad de Pennsylvania estaban particularmente interesados ​​en un conjunto de conexiones entre las arterias principales que aseguran el suministro de sangre al cerebro. 
Estas conexiones se denominan "círculo de Willis", llamado así por el médico Inglés, que las describió por primera vez en el 1600.


El estudio incluyó a 170 personas dividias en tres grupos:

  • 53 personas sin dolores de cabeza que ejercieron como grupo de control.
  • 56 que tenían migraña con aura, una alteración perceptiva.
  • 61 personas que tenían migraña sin aura.


El equipo  midió los cambios en el flujo sanguíneo al cerebro mediante una angiografía por resonancia magnética para analizar la estructura de los vasos sanguíneos, también se utilizó otro método de resonancia magnética llamado “arterial spin labeling” (ASL).

De las personas analizadas en el estudio que sufrían migraña con aura, el 73% tenía un círculo incompleto de Willis, al igual que el 67% de las personas que tenían migrañas sin aura. 
Esto se compara con el 51% de los del grupo de control que no tenían migraña.


"Los individuos con migraña tienen realmente diferencias en la estructura de los vasos sanguíneos,  esto es algo que es de nacimiento”, aseguran los especialistas.
“Estas diferencias parecen estar asociados con los cambios en el flujo sanguíneo en el cerebro, y es posible que estos cambios puedan desencadenar la migraña, lo que puede explicar porqué algunas personas, por ejemplo, notan que la deshidratación les provoca dolores de cabeza”.
Y además de las discapacidades relacionadas con el dolor de cabeza, la migraña con aura se ha relacionado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.


Aunque las variaciones del círculo de Willis están vinculadas a los cambios en el flujo de sangre dentro del cerebro, sólo alrededor del 40-50% de las personas normales tienen un círculo completo, aseguran los investigadores.


Localización de la migraña

Los investigadores aseguran que "Las anomalías tanto en el círculo de Willis y el flujo de sangre fueron más prominentes en la parte posterior del cerebro, donde se encuentra la corteza visual.", la localización de anomalías puede dar una idea de porqué muchas migrañas están acompañadas de trastornos visuales, como manchas o líneas onduladas.

Dado que las migrañas y un círculo incompleto de Willis son muy comunes, los investigadores señalan que el vínculo que observaron en su estudio, es muy probable que sólo uno de varios factores dé lugar a las migrañas en las personas.

Los autores del estudio recomiendan que las futuras pruebas de la función del círculo de Willis pudieran ayudar a los médicos en el diagnóstico de los pacientes con migraña crónica.
Ellos esperan que sus hallazgos ayuden a las estrategias de tratamiento personalizado para los pacientes con migraña.