Más allá de que las grandes multinacionales farmacéuticas hayan hecho un fenomenal trabajo para convencer a las personas, y a muchos médicos, de que los antidepresivos son eficaces para la depresión, lo cierto es que la investigación científica muestra resultados muy diferentes.
Los antidepresivos son los medicamentos más recetados del
mundo para las personas de entre 18
a 45 años. Sin embargo, estudio tras estudio se
demuestra su escaso efecto. En algunos casos, cuando estos medicamentos fueron
comparados en ensayos clínicos con placebos, la diferencia ha sido casi
indistinguible.
Según un estudio realizado por la FDA (Food and Drug
Administration) de Estados Unidos, los antidepresivos han mostrado una muy
escasa efectividad en casos de depresión leve o moderada. En cambio sí muestran
cierta eficacia en casos de depresión severa, pero tengamos en cuenta que estos
últimos son una muy pequeña parte de los casos totales de depresión.
¿Por qué tanta gente cree que los antidepresivos funcionan?
¿Por qué si los antidepresivos son eficaces sólo para un muy
pequeño porcentaje de personas que sufren depresión, tanta gente los consume
convencidos de que funcionan para ellos también? Hay básicamente 2 razones para
ello.
1.) Procesos psicológicos
Una de las razones por la cual los antidepresivos pueden
parecer eficaces es que existe una cadena de procesos psicológicos en el
individuo en paralelo con el inicio de la medicación. El primer paso ocurre
antes de que la persona llegue a ver al médico, el hecho de llamar para
concretar una cita con el doctor ya produce un cambio en la persona. Distintas
investigaciones en psicoterapia indican que los síntomas depresivos mejoran
inmediatamente después de iniciar el tratamiento, incluso antes de que se le
realice alguna acción terapéutica específica.
A continuación, el paciente describe al doctor lo que le
está pasando, esto hace que inicie un proceso de poner palabras a su
experiencia, para muchos individuos, esta es la primera vez que hablan
abiertamente acerca de su sufrimiento y es sabido que este efecto tiene
poderosos beneficios en la psicología de la persona. A su vez, el médico seguramente
empleará palabras de manera que el
paciente sienta que los síntomas son tratables y que la ayuda está a mano. Esto también produce un cambio que lleva al paciente a sentirse mejor.
Todo este proceso psicológico se produce antes de que el paciente
trague pastilla alguna, sin embargo, a partir del momento que el paciente consume
el medicamento, pasa por alto los procesos psicológicos que se desarrollaron
antes y atribuye todos estos beneficios a la droga.
2.) El tiempo
La segunda razón de que los antidepresivos parecen efectivos
es simplemente el tiempo. En promedio, un episodio de depresión dura alrededor
de seis meses. Es obvio que ningún paciente busca ayuda el día en que se
deprime. Antes de llegar a ver a un médico primero debe entender lo que les
está ocurriendo para posteriormente luchar en solitario con su depresión. La
visita al doctor suele ser el último recurso y esto no ocurre antes de los tres
o cuatro meses. Es decir, si el episodio depresivo sigue su curso normal, la
depresión comenzará a remitir por si sola en dos o tres meses. Pero en el
medio, el paciente comienza a tomar la medicación, y generalmente se le indica
que dicho medicamento tardará en hacer efecto entre ocho y doce semanas.
Como hemos visto, es muy probable que haya cierta
coincidencia entre la remisión natural de la depresión y el tiempo en que el
paciente supuestamente debería beneficiarse de los efectos de los
antidepresivos.
Conclusión
Miremos estos hechos desde una perspectiva imparcial y observemos
las cosas desde la óptica del paciente. Antes de comenzar con la medicación, seguramente
la persona intentó todo lo que estaba a su alcance, pero sin éxito. Al poco
tiempo que comienza a tomar los medicamentos la depresión empieza a remitir. A
partir de ese momento, la persona (y posiblemente también el médico) creerá que
las pastillas antidepresivas han sido un tratamiento eficaz para la depresión. Y
el resultado final será que probablemente nada ni nadie va a convencerlo de lo
contrario.