La función más importante de los dientes es masticar la
comida para hacerla digerible, pero también son necesarios para
hablar ya que hacen falta para pronunciar determinadas letras. Al masticar las glándulas salivares secretan
saliva que contienen enzimas como la amilasa para deshacer los carbohidratos
complejos para posteriormente producir azúcares digeribles.
En este artículo vamos a ver algunas
pautas sobre la higiene de los dientes.
¿Qué nos dice el color de los dientes?
Demás esta decir que los dientes deben ser blancos, pero hay
personas que debido a una mala alimentación o exceso de algunas comidas, bebidas o remedios hace que sus dientes
cambien de color.
Hay personas pueden tener los dientes de color amarillo, esto nos indica que fuma o
toma demasiado café, cuando están verdosos se debe a una excesiva exposición a
metales, si tienen un tono anaranjado es por una excesiva inhalación de ácido
crómico, podemos también encontrar
personas con dientes con un tono marrón, esto se debe a una excesiva exposición
al yodo, también se puede deber a pasar mucho tiempo en piscinas tratadas con
cloro, si tienen un color grisáceo es la
consecuencia de tomar demasiada
minociclina, un tipo de tetraciclina que se receta a menudo para tratar el acné
y la artritis reumatoide.
Vale aclarar que el esmalte dental es transparente, de
manera que los dientes adquieren el color de la dentina, la sustancia dura que
se halla en su interior.
El uso excesivo de productos blanqueadores también
puede eliminar la capa de esmalte protector.
La importancia del hilo dental
Muchas veces no le damos la importancia que esta herramienta
de limpieza bucal nos ofrece.
Su invención “moderna” se atribuye a un odontólogo norteamericano de Nueva Orleans en el siglo XIX, pero se han encontrado hilos
dentales y mondadientes en seres humanos prehistóricos.
El hilo dental no sólo previene las enfermedades de las
encías, sino también las del corazón.
Se sabe que los individuos que
sufren gingivitis son dos veces más propensas a padecer problemas coronarios ya
que la bacteria que se encuentra en la placa dental es una causa significativa de
coágulos de sangre. Estos coágulos en la sangre pueden causar un derrame cerebral
o un paro cardíaco.
Los dientes y la aspirina
Tomar una aspirina al día es bueno para el corazón, pero es
mala para los dientes ya que produce erosión en los mismos.
Cuando se disuelve en la boca la aspirina puede desgastar el
esmalte protector de los dientes. Si tomas aspirinas muy seguido lo mejor es
tragarla entera y que se disuelva camino al estómago.
Los enjuagues bucales
Los
enjuagues bucales son muy buenos en la reducción del volumen de la placa, pero
no llegan a las zonas donde puede haber bacterias a las que sí que llegan los
cepillos. Esto se debe a que el cepillo por estar compuesto de cerdas pequeñas
puedes "forzarlo" a entrar en lugares con poco espacio entre los
dientes, cosa que con el enjuague bucal tendrías que hacer mucha presión.
Cigarrillos y bebidas azucaradas
Totalmente desaconsejadas ya que los cigarrillos y otros
productos de tabaco manchan los dientes con alquitrán y depositan sustancias
cancerígenas en los tejidos blandos de la boca. Las bebidas que contienen
ácido cítrico, ácido fosfórico o azúcar
disuelven el esmalte y predisponen los dientes a la caries.
Los azúcares si quedan el la boca por mucho tiempo se pueden
transformar en ácido láctico que es
suficientemente fuerte para disolver el esmalte dental e iniciar las caries.
Goma de mascar
Masticar chicles sin azúcar puede ayudar a combatir las
caries, y además facilitan la producción de saliva, que contiene calcio y
fosfato.