Menopausia y alteraciones hormonales

Si usted es mujer y ronda los 50 años, si no la ha tenido ya, seguramente va a pasar por esta etapa en los próximos cinco años. ¿De qué manera pueden afectar su vida los cambios hormonales que se producen en la menopausia?



Menopausia


"Menopausia" significa el final de la menstruación. Para muchas mujeres puede ser un momento muy emocional en sus vidas. Es la pérdida de la fertilidad, de su capacidad de quedar embarazada. Algunas mujeres piensan erróneamente que esto significa la pérdida de su sexualidad, de su capacidad de tener relaciones y de su atractivo para los hombres.


Menopausia y hormonas

Las hormonas tienen un funcionamiento muy particular durante la menopausia. Algunas mujeres se sienten como adolescentes de nuevo, con sus mismos cambios de humor, sus tendencias a la mala toma de decisiones y las inseguridades personales.
Además, estos desequilibrios hormonales pueden conducir a la pérdida de deseo sexual. Sin embargo, en algunos casos puede ocurrir lo contrario, es decir, que dicho deseo se vea aumentado.

Debido a que el estrógeno disminuye, la membrana vaginal sufre una pérdida de volumen y aumenta su sequedad. La disminución de las hormonas sexuales femeninas también conduce a una disminución de los niveles de testosterona. En las mujeres, la testosterona está directamente relacionada con el deseo sexual.

Es en este momento cuando algunas mujeres se deciden por la terapia de reemplazo hormonal. Dicha terapia tiene ventajas y desventajas, por lo que sería recomendable investigar exhaustivamente antes de tomar una decisión. Pero lo cierto es que el reemplazo hormonal impide temporalmente la perdida de deseo sexual y la sequedad vaginal.

Sin embargo, incluso sin terapia de reemplazo hormonal, las hormonas tienden a estabilizarse con el tiempo y los cambios de humor y pérdida de deseo sexual se van subsanando. En cambio, la sequedad vaginal puede todavía ser un problema, pero hay maneras de tratarla.
Además, si usted está en pareja y manteniendo relaciones, esto también puede hacer una ventaja, ya que cuando las mujeres mantienen relaciones sus cuerpos tienden a reaccionar con el deseo sexual, independientemente de si ya se ha producido la menopausia o no.


Depresión y ansiedad

Es sabido que la menopausia puede afectar el estado de ánimo y las emociones. La insuficiencia de estrógeno está relacionada con la depresión, mientras que niveles demasiado altos de esta hormona generan estados de ansiedad. Lo que ocurre durante la menopausia es que las hormonas fluctúan vehementemente, esto da paso a la posibilidad de tener cambios extremos, de momentos depresivos a una ansiedad extrema.

¿Por qué estas variaciones hormonales producen  cambios fuertes en el bienestar físico y psicológico? Ocurre que el estrógeno tiene la capacidad de afectar algunas funciones del cerebro, por ejemplo, esta hormona participa en la unión de receptores cerebrales, también participa en la generación de nuevas células en el cerebro. Además, el estrógeno ayuda en la protección de las células del daño oxidativo.

Cuando el estrógeno se une a los receptores cerebrales, esto produce un efecto estabilizador en tres neurotransmisores cerebrales serotonina, norepinefrina y dopamina. Estos neurotransmisores están directamente relacionados con el estado de ánimo. Cuando los niveles de estrógeno fluctúan violentamente, esto perturba en gran medida a dichos neurotransmisores, lo que se traduce en depresión o ansiedad. Esto, a su vez, afecta la capacidad de pensar racionalmente.

El estrógeno también mejora el suministro de sangre al cerebro. Un buen flujo sanguíneo lo protege de ciertos daños, como por ejemplo, de la formación de placa en el centro de la memoria. En cambio, cuando el suministro sanguíneo cae el volumen del cerebro comienza a declinar.


Soluciones

Además de la terapia de reemplazo, ¿hay algo que se pueda hacer para prevenir esta situación? Sí, una manera de preservar los niveles de estrógeno es consumir una dieta rica en soja. La soja contiene cantidades significativas de estradiol, una sustancia química estrechamente relacionada con el estrógeno.
Otra opción es ejercitar el cerebro. El ejercicio físico en general aumenta el flujo sanguíneo, pero tan bueno como la actividad física son las tareas que requieren de un uso reiterado del cerebro: leer, escribir, resolver puzzles, juegos que hagan pensar o resolver ejercicios matemáticos. Si se involucra en actividades que requieren de la creación de nuevas conexiones cerebrales, el flujo sanguíneo aumentará.

También es importante tener en cuenta que si usted está pasando por la menopausia, seguramente va a estar más sensible de lo que normalmente está. Esto es importante, sobre todo si justo en ese momento está comenzando una nueva relación amorosa. Esto, por si mismo, podría tener importantes consecuencias emocionales, por ejemplo, podría enamorarse con más excitación de lo que lo haría normalmente. También una ruptura podría hacerle sentir mucho peor. En cuanto a los enamoramientos, se debe ser muy prudente en esta etapa, ya que los sentimientos son propensos a cambiar después de la menopausia.

Algunas mujeres han dicho que enamorarse durante la menopausia las hizo pasar por otro período “adolescente”, lo que significa transitar por una etapa de citas y de no estar conectada a la nueva pareja de una manera muy profunda. 


Triclosán: el omnipresente químico que está afectando nuestra flora intestinal


Si hurgamos en cualquier baño o armario de limpieza es muy probable que encontremos algún producto químico antimicrobiano. Y también será muy probable que dicho producto contenga triclosán, un químico que está presente en el 75% de los jabones antibacterianos y en una variedad de otros productos, desde juguetes a pasta dental.


jabón


Una investigación realizada por el Departamento de Biología de la Universidad de Stanford (EEUU) determinó que el 75% de las personas analizadas presentó rastros de triclosán en su orina. Sin embargo, a pesar de su omnipresencia, los científicos todavía no conocen en profundidad sus efectos en la salud.
  
En un artículo publicado la semana pasada en la revista ‘Science’ dos microbiólogos de la Universidad de Chicago, Alyson Yee y Jack Gilbert, hicieron un llamado de atención sobre los pocos datos que se tienen sobre la incidencia en la salud de esta sustancia. Está claro que nuestra exposición a ciertos productos químicos afecta nuestra microbioma (microorganismos que se encuentran, de manera natural, en nuestro organismo, especialmente en el tracto gastrointestinal) y el triclosán no es la excepción.

La alteración de la flora microbiana está relacionada con distintas patologías, por ejemplo, con trastornos neurológicos, artritis, alergias, obesidad y el síndrome del intestino irritable, entre otras.

En el artículo de Yee y Gilbert, dejan en evidencia lo simple que es entrar en contacto con este producto, está presente en toallitas femeninas, pasta de dientes, cosméticos, detergentes, juguetes y jabones de manos. También muestran con que facilidad penetra en la piel o con que sencillez entra en contacto con la boca a través de un cepillo de dientes o una mano contaminada. Incluso, un estudio del año pasado, encontró evidencia de la presencia de triclosán en niños recién nacidos que aún no habían abandonado los centros hospitalarios, que dependen en gran medida de antimicrobianos para frenar la propagación de gérmenes en pacientes vulnerables. En estos casos, una exposición temprana, mientras se está estableciendo el microbioma, puede tener consecuencias de alto impacto para la salud, incluso en el largo plazo.

Otra consecuencia importante que se conoce del triclosán es que tiene la capacidad de desarrollar resistencia a medicamentos, ya que es un estimulante de microbios que son resistentes a ciertos principios activos de algunas medicinas. Sin embargo, los investigadores aseguran que el daño potencialmente más sigiloso del triclosán es a la flora microbiana intestinal.

En el estudio realizado por la Universidad de Stanford se trató de observar los efectos de este químico en las personas. Se capacitó a un grupo de 12 voluntarios para que no utilizaran ningún producto que contenga triclosán durante cuatro meses. Análisis previos y posteriores de la microbioma intestinal y bucal de los individuos determino que si bien en la mayoría de ellos la flora intestinal se recupera después de la retirada del triclosán, algo que llamó la atención a los autores del estudio fue que cuatro meses después de dejar de utilizar objetos con este químico, éste todavía estaba presente en la orina de la mayoría de los participantes.
  
Mientras tanto, algunos entes reguladores ya han comenzado a preocuparse por el problema, por ejemplo, la Unión Europea y el estado de Minnesota en Estados Unidos ya han aprobado prohibiciones parciales sobre el triclosán en productos comerciales. También la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos está revisando datos sobre la seguridad de este químico en jabones de tocador antibacterianos.
Un punto importante que hay que tener en claro sobre este tema: los estudios han encontrado que bajo condiciones normales de lavado de manos, los jabones antibacterianos no son mejores para limpiar las manos de bacterias que el jabón común. 
Por tanto, la recomendación es clara y sencilla: no utilice artículos, sobre todo jabones y pastas dentales, que contengan triclosán.

  
Referencia:
http://medicalxpress.com/news/2016-07-jury-antibacterial-chemical-impacts-microbiome.html


La obesidad se origina en el cerebro

Según una investigación realizada en Australia, los malos hábitos alimenticios como ser una dieta alta en azúcar y grasas, obstaculizan la capacidad del cerebro para suprimir la sensación de ganas de comer cuando la persona ya ha ingerido suficientes alimentos.   



obesidad


Un factor clave que ayuda a controlar la cantidad de comida que ingerimos, es la sensación tanto de hambre como de saciedad, y lo bien que el cerebro recuerda y procesa esto.
Científicos australianos de la Universidad Macquarie (Sídney) realizaron una investigación en la cual analizaron a un grupo de personas que consumían una dieta baja en frutas, verduras y fibras, y alta en azúcar y grasas saturadas. Dicho grupo era contrastado con otro grupo de control, de personas que tenían una dieta considerablemente más sana.

Uno de los primeros problemas que mostró el grupo de hábitos alimenticios poco saludables durante las pruebas, era la poca capacidad para dejar de ingerir bocadillos cuando ya estaban llenos, en este caso, el afán por comer era casi igual que cuando tenían hambre.

Se cree que esto ocurre porque una dieta rica en grasas y azúcares afecta un área del hipotálamo del cerebro, lo que dificulta la capacidad de bloquear los recuerdos que ya no son útiles. Es decir, en una situación normal, cuando tenemos hambre los recuerdos de alimentos están a la vanguardia en la mente, pero se bloquean cuando el cuerpo se siente lleno.

El investigador Tuki Attuquayefio, uno de los autores de la investigación dijo “A pesar de que estas personas estaban llenas, aún querían comer, sobre todo comida dulce y rica en grasa, por lo tanto, creemos que este proceso parece no funcionar muy bien en aquellos que consumen una dieta alta en este tipo de alimentos.”

Pero lo que aún es más interesante, es que este efecto estuvo fuertemente relacionado con un pobre desempeño en una tarea previa de aprendizaje y memoria, lo que sugiere que existe un vínculo entre estos procesos a través del hipocampo.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado que niños de tan sólo siete años de edad sufrían un deterioro en la memoria debido a una dieta rica en azúcar y grasas saturadas.

También es sabido que los adultos de mediana edad con sobrepeso u obesidad tienen mayores niveles de riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, comparadas con personas de peso normal.

Ya en la década del 80 un estudio del Departamento de Neurología de la Universidad de Chicago había demostrado que una dieta poco saludable rica en dulces y grasas saturadas, podía debilitar la función de ciertos neuroquímicos que ayudan a proteger al cerebro de los agentes nocivos presentes en el torrente sanguíneo.
  

Referencia:
https://www.sciencedaily.com/releases/2016/07/160712092401.htm


5 tipos de alimentos y bebidas que causan insomnio y ansiedad


Si tiene problemas para dormir es probable que ya haya intentado con técnicas de reducción de estrés y/o con medicamentos. Pero puede que le sorprenda  saber que varios alimentos que consumimos a diario, algunos de ellos considerados sanos, tienen la capacidad de estimular el sistema nervioso de forma muy significativa.



insomnio y ansiedad


Los medicamentos pueden ser útiles para controlar los síntomas en el corto plazo, pero lo mejor que podemos hacer es llegar a la raíz del problema.
Cuando se trata de ansiedad e insomnio, los alimentos que se enumeran a continuación pueden actuar como desencadenantes químicos para cualquier persona. Sin embargo, quienes están en mayor riesgo son las mujeres, las personas de ambos sexos mayores de 40 años, personas con sensibilidad a medicamentos o químicos, quienes tengan afectado su sistema digestivo o inmunitario, personas que sufran de alergias y quienes estén en tratamiento de quimioterapia. 


1.) Plantas de la familia de las solanáceas (patatas, tomates, berenjenas, pimientos, bayas de goji)

Todas las plantas de la familia de las solanáceas producen pesticidas naturales llamados glicoalcaloides, que es una defensa propia que poseen estos vegetales para matar depredadores como insectos o gusanos, pero también son tóxicos para las células humanas. Estos químicos bloquean la enzima acetilcolinesterasa, lo que da como resultado una sobreestimulación del sistema nervioso. Las solanáceas también son muy comunes como ingredientes en alimentos preparados que incluye salsa de tomate, puré de patatas, chiles o pimientos. La mayoría de la gente come glicoalcaloides todos los días y estos tienden a acumularse en nuestro organismo. Necesitamos de al menos cinco días sin consumir solanáceas para limpiar nuestro cuerpo totalmente de glicoalcaloides. También es bueno destacar que estas sustancias químicas no se destruyen con la cocción de los alimentos.


2.) Cafeína

Es ampliamente sabido que la cafeína provoca trastornos del sueño y ansiedad. Pero ¿por qué? La cafeína nos mantiene despiertos por el bloqueo de los receptores de la adenosina, un neurotransmisor que fomenta el sueño ya que es un depresor del sistema nervioso central. Incluso cinco horas después de consumir cafeína, el 50% de ella permanece en el torrente sanguíneo. De hecho, se necesitan entre 16 y 24 horas para que abandone por completo nuestro organismo. Esto significa que incluso una sola taza de café en prácticamente cualquier momento del día, puede afectar la calidad del sueño. Para saber si la cafeína es la culpable, ir achicando los niveles de a poco, día a día, ya que dejar de consumir cafeína de golpe, sobre todo en aquellas personas que son consumidores habituales, puede provocar dolores de cabeza, fatiga y problemas de concentración.


 3.) Alimentos curados, ahumados o fermentados (salame, queso, chucrut, vino tinto, etc.)

La manera de convertir un alimento entero y fresco como carne, leche, uvas o repollos en una comida gourmet como embutidos, queso, vino o kimchi, es agregar bacterias a la misma y dejarla fermentar. Lo que ocurre aquí es que durante la fermentación, las bacterias descomponen las proteínas de los alimentos en pequeñas moléculas llamadas aminas biogénicas que se acumulan con el procesamiento de los alimentos. La amina biogénica que más encontramos en estos alimentos es la histamina, una hormona que a su vez también actúa como neurotransmisor. La histamina causa insomnio y ansiedad, en parte, gracias a su capacidad para aumentar los niveles de adrenalina, hormona que es estimuladora del sistema nervioso. La histamina no se destruye ni con la cocción ni con la congelación.


4.) Alcohol

En principio, el alcohol puede ser eficaz en la relajación y ayuda para conciliar el sueño. Sin embargo, cuando el alcohol comienza a desaparecer de nuestro organismo a mitad de la noche, la calidad del sueño mermará significativamente. El metabolismo varía dependiendo de la edad, el sexo, antecedentes genéticos, entre otros factores, pero el principal predictor de cuánto tiempo permanecerá el alcohol en la sangre es la cantidad que se ha ingerido. Por ejemplo, el alcohol de una lata de cerveza o un vaso de vino tomará dos horas en abandonar el organismo. Cuando el alcohol desaparece, se produce un efecto de mini abstinencia que puede arruinar el sueño, incluso se pueden sufrir pesadillas o ataques de pánico si la persona tiene el hábito de beber por las noches. En resumen, recurrir al alcohol para dormir puede ser una muy mala idea, ya que seguramente obtendrá el resultado opuesto al buscado.


5.) Azúcar, harina y otros carbohidratos refinados

Todos los azúcares y almidones, excepto los que vienen de forma natural en frutas, se consideran carbohidratos refinados.
Los típicos alimentos para el desayuno como yogures, jugos de naranjas y cereales son ricos en hidratos de carbono refinados que producen un pico de azúcar en la sangre, generando una reacción hormonal en cadena que puede estimular su estado de ánimo, energía y capacidad de concentración. Posteriormente se liberará insulina para reducir la concentración de glucosa en la sangre, pero a su vez, el organismo también liberará adrenalina y cortisol para evitar que los niveles de azúcar en sangre bajen demasiado. Por ejemplo, una lata de bebida azucarada provoca el doble del nivel normal de adrenalina en adultos y lo multiplica por cuatro en niños, incluso hasta cuatro horas después de consumida la bebida.
Como consejo, sería saludable no consumir carbohidratos refinados hasta cinco horas antes de irse a dormir. 


Los riesgos para la salud de depilar el vello púbico

Según una reciente investigación realizada por el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de la Universidad de California, el 84% de las mujeres de entre 18 y 65 años se realizan algún tipo de recorte púbico, mientras que el 62% de ellas eligen la depilación total. 

A su vez, el 20% de los hombres también afeitan su vello púbico. Además, el 90% de las mujeres dijeron que preferían a un hombre depilado.





Dicho estudio, publicado en la revista "Jama Dermatology" es el primero sobre este tema realizado a gran escala en Estados Unidos.
Como vemos en las cifras, son ellas quienes mayoritariamente depilan su vello púbico. El motivo predominante es creer que es "más higiénico", a pesar de que los médicos aconsejan lo contrario.

Anteriormente, estudios de menor escala dieron a entender que tales tendencias de rasurado estarían vinculadas a la actividad sexual. Pero, para sorpresa de los autores de esta nueva investigación, la higiene era la razón más común para la depilación, citado por el 59% de quienes se afeitaban el vello púbico.

Incluso muchas personas creen que el hecho de no hacerlo puede ocasionar un riesgo para la salud. Sin embargo, la evidencia científica dice exactamente lo contrario, sobre todo en el caso de las mujeres, ya que el vello púbico es vital en la prevención de que agentes patógenos entren en la vagina. 
Según los autores "el vello púbico ofrece una barrera natural para disminuir el contacto con virus y bacterias, y para proteger la delicada piel de la zona".
El vello púbico también ayuda a controlar la humedad de la zona genital, disminuyendo así las posibilidades de infecciones por hongos.

Según el estudio, son las mujeres blancas más jóvenes y con una educación universitaria, las más propensas a depilarse. El mayor porcentaje de personas depiladas se encuentra en las edades comprendidas entre los 18 y 34 años. Dicen los investigadores que es preocupante que muchas personas, sobre todo jóvenes, tengan la idea de que el vello púbico es antihigiénico, cuando en realidad actúa como protector.

En el caso concretamente de la mujer, el vello púbico también actúa como un amortiguador suave para la piel sensible de los labios y la vagina. Ocurre que muchas veces, la ropa interior no puede proteger el área, sobre todo cuando la ropa es muy ajustada. Otras complicaciones incluyen: infecciones vaginales y vulvares, inflamación de los folículos pilosos, abscesos, laceraciones y reacciones alérgicas.

Otro punto importante que hay que tener en cuenta son las pequeñas heridas dejadas por el rasurado (en algunos casos microscópicas) que junto con un área genital cálida y húmeda, se crea un medio óptimo para la proliferación de bacterias. Lo que podría incluso acarrear la aparición de verrugas genitales.

Por último, el estudio también agrega que las personas tienen el doble de probabilidades de depilarse si su pareja lo hizo. Asimismo, el estado civil o las preferencias sexuales no eran, por si solo, predictores de depilado.


Referencia:
http://archderm.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2529574