Si te sientes falto de energía y sin motivación en gran
parte del día, debes saber que casi la mitad de las mujeres y uno de cada tres
hombres de entre 20 a
40 años sufren algún grado de fatiga.
Las causas de la fatiga abarcan una muy amplia gama, desde
desequilibrios en la tiroides hasta depresión, pasando por un estilo de vida
vertiginoso. Es normal sentirse cansado o cansada durante períodos
agitados, pero si su fatiga persiste durante más de dos semanas, sería recomendable
concurrir a un médico. Veamos algunas de las condiciones más comunes que pueden
conducir a la fatiga y de que manera tratarlas.
Anemia
Aproximadamente, el 10% de las personas que sufren de fatiga
es a causa de anemia. Lo más común en estos casos es por falta de hierro en la
dieta o, en el caso de las mujeres, un sangrado menstrual muy abundante. En
cualquiera de los dos casos, la baja cantidad de sangre ocasiona que no llegue
la adecuada cantidad de oxígeno al resto del cuerpo, sobre todo al cerebro, lo
que ocasiona una sensación de cansancio o aturdimiento.
Un análisis de sangre determinará si la persona padece
anemia. El tratamiento es simple: tomar suplementos de hierro y agregar
alimentos ricos en hierro a su dieta. Estos incluyen legumbres (alubias, soja,
lentejas y garbanzos), verduras de hoja verde, pescado y carne roja. Además, se
recomienda consumir alimentos ricos en vitamina C ya que esta vitamina ayuda a
que el hierro se absorba mejor.
Fibromas uterinos
Son tumores benignos (no cancerosos) que crecen dentro del
tejido muscular del útero, lo que también podrían aumentar las probabilidades
de padecer anemia. Esto se debe a que las mujeres que tienen fibromas tienden a
tener períodos más voluminosos y más largos.
Hipotiroidismo
Esta enfermedad se caracteriza por la reducción en la
actividad de la glándula tiroides, y por tanto, una baja en la secreción de
hormonas tiroideas. Esto le puede hacer sentir muy cansado, además de padecer una
mayor sensibilidad al frío. También puede haber pérdida de cabello.
Mucha gente cree que el hipotiroidismo sólo se desarrolla en
edades avanzadas, pero lo cierto es que puede afectar a cualquier persona, no
es raro ver gente de 20 o 30 años con esta patología.
Se sugiere consultar a su médico, especialmente si se tiene
un historial familiar con problemas de tiroides. De diagnosticarse esta
enfermedad, se le dará una hormona tiroidea de reemplazo. Es posible que tenga
que ajustar la dosis para un mejor resultado, pero en general, las mejoras se
ven con bastante rapidez, de dos a cuatro semanas.
Depresión
Si además de cansancio, tiene un estado de ánimo
persistentemente bajo o incluso irritable o ansioso, es posible que tenga
depresión. Otros síntomas de la depresión incluyen insomnio o exceso de sueño,
cambios en el apetito, pérdida de interés en actividades que solía hacer,
sentimientos de culpa, baja autoestima y dificultades para concentrarse. Hay
una gran cantidad de tratamientos para estos casos, ya se trate de medicamentos
o psicoterapia, o incluso un enfoque más integral.
Una dieta poco saludable
Si es de las personas que consume alimentos con alto
contenido de azúcar y refinados ricos en carbohidratos, la fatiga se puede
deber a una rápida caída de azúcar en la sangre. Los carbohidratos elevan
rápidamente el nivel de azúcar en sangre, lo que da gran impulso a su energía
en el corto plazo, pero no son una buena fuente de energía constante. Así que
cuando el nivel de azúcar en sangre baja, es muy probable que se deseen más
alimentos azucarados, perpetuando el ciclo de mala alimentación y sensación de
cansancio.
La cafeína es otro de los problemas, ya que ayuda a
confundir el ciclo sueño-vigilia, se recomienda limitar el consumo de café, té
y refrescos a una o dos porciones al día.
Sueño inadecuado
La cantidad óptima de sueño es de siete a ocho horas por
noche, sin embargo, algunos estudios marcan que se observan cada vez más casos
de gente que no supera las cinco horas en promedio, y en muchos casos, ni
siquiera con una buena calidad de sueño. El uso de tecnología antes de
acostarse, tales como teléfonos inteligentes o tablets, genera una merma en la
capacidad de producir melatonina, una hormona crucial para el sueño.
En el caso de las mujeres, las fluctuaciones hormonales,
especialmente durante la menopausia, también puede conducir a trastornos del
sueño.
La lectura de un libro (un libro de papel, no electrónico) o
meditar durante 10 minutos puede ayudar a tranquilizar su mente al final de la
jornada.
Para terminar
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