Qué ocurre con la insulina durante y después del ejercicio físico

 Cuando realizamos ejercicio físico, especialmente actividades aeróbicas o de resistencia como correr, nadar o andar en bicicleta, nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales para satisfacer las demandas energéticas del ejercicio. Uno de los cambios más importantes involucra la insulina, que es una hormona producida por el páncreas y juega un papel crucial en el metabolismo de la glucosa (azúcar) en el cuerpo.

 

 

ejercicio físico

 

Durante el ejercicio:

 

Disminución de la insulina: Cuando iniciamos la actividad física, nuestros músculos requieren más energía para funcionar. En respuesta, el nivel de glucosa en la sangre disminuye a medida que las células musculares la absorben para usarla como fuente de energía. Para permitir que esta glucosa ingrese en las células, la insulina debe estar presente, pero su liberación disminuye durante el ejercicio. Esto se debe a que los músculos en funcionamiento pueden captar la glucosa directamente sin la necesidad de la acción de la insulina.
 

 

Después del ejercicio:

 

  1. Sensibilidad a la insulina mejorada: Después de finalizar el ejercicio, el cuerpo continúa adaptándose. Una de las adaptaciones más importantes es que la sensibilidad a la insulina mejora significativamente. Esto significa que el cuerpo se vuelve más eficiente para utilizar la insulina para transportar la glucosa hacia las células, lo que facilita la eliminación de la glucosa de la sangre y la saciedad de los depósitos de glucógeno en el músculo y el hígado. Una mayor sensibilidad a la insulina es beneficiosa para las personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, ya que puede ayudar a mejorar el control glucémico.

  2. Reposición de glucógeno: Durante el ejercicio, los músculos consumen glucógeno, una forma almacenada de glucosa. Después de finalizar el ejercicio, el cuerpo busca reponer los depósitos de glucógeno en los músculos y el hígado. La insulina facilita este proceso al promover la captación de glucosa en las células musculares y hepáticas para convertirla en glucógeno nuevamente.

  3. Posible hipoglucemia: En algunos casos, especialmente si el ejercicio fue intenso o prolongado, puede ocurrir una disminución excesiva de los niveles de glucosa en sangre después del ejercicio, lo que se conoce como hipoglucemia. Esto puede suceder en personas que toman medicamentos para la diabetes que pueden aumentar la producción de insulina o aumentar la sensibilidad a la misma. Es esencial que las personas que realizan ejercicio con diabetes controlen sus niveles de glucosa en sangre antes, durante y después del ejercicio para evitar episodios de hipoglucemia.

 

En resumen, durante el ejercicio, la insulina disminuye para permitir que los músculos utilicen la glucosa directamente como fuente de energía. Después del ejercicio, la sensibilidad a la insulina mejora y ayuda a reponer los depósitos de glucógeno en los músculos y el hígado. Es importante recordar que cada persona es diferente, por lo que siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar o modificar cualquier rutina de ejercicio, especialmente si se tiene diabetes u otras condiciones médicas.


 

Las 10 infusiones más antiinflamatorias para el organismo

 

infusiones

 

 

Desde hace siglos, el ser humano sabe que las hierbas tienen el poder de curar diferentes afecciones y promover la salud de manera natural. Veamos diez infusiones que tienen la capacidad de desinflamar el cuerpo:

 

1.) Rooibos (Aspalathus linearis): El rooibos es una planta originaria de Sudáfrica que contiene antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias suaves. Puedes hacer una infusión con hojas secas de rooibos. 

 

2.)Té verde (Camellia sinensis): El té verde contiene antioxidantes, como las catequinas, que tienen propiedades antiinflamatorias. Elige variedades de té verde sin agregarle sabores para obtener los mayores beneficios.

 

3.)Té de hibisco (Hibiscus sabdariffa): El té de hibisco tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a reducir la presión arterial. Puedes hacer una infusión con flores secas de hibisco.

 

4.)Caléndula (Calendula officinalis): La caléndula tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. Puedes hacer una infusión con flores secas de caléndula.

 

5.) Regaliz (Glycyrrhiza glabra): El regaliz tiene propiedades antiinflamatorias y puede ser útil para aliviar la inflamación en el tracto gastrointestinal. Puedes hacer una infusión con raíz de regaliz. 

 

6.) Cúrcuma (Curcuma longa): La cúrcuma contiene curcumina, un potente compuesto antiinflamatorio. Puedes hacer una infusión con polvo de cúrcuma o utilizar raíz de cúrcuma fresca rallada.

 

7.) Jengibre (Zingiber officinale): El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a aliviar la inflamación en el cuerpo. Puedes hacer una infusión con rodajas de jengibre fresco o utilizar té de jengibre preenvasado.

 

8.) Manzanilla (Matricaria chamomilla): La manzanilla tiene efectos calmantes y antiinflamatorios leves. Es conocida por su capacidad para aliviar la inflamación y promover la relajación.

 

9.) Menta (Mentha): La menta tiene propiedades antiinflamatorias y puede ser útil para aliviar malestares digestivos asociados con la inflamación. Puedes hacer una infusión con hojas frescas de menta o utilizar té de menta preenvasado.

 

10.) Ortiga (Urtica dioica): La ortiga es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Puedes hacer una infusión con hojas secas de ortiga.

 

 

Recuerda que es importante consultar a un profesional de la salud antes de incorporar cualquier tipo de infusión o té a tu dieta, especialmente si estás tomando medicamentos o si tienes condiciones médicas específicas. Cada persona es única y puede reaccionar de manera diferente a las hierbas y sus infusiones.