Al principio estas campañas fueron bastante tímidas y además tenían varios y poderosos detractores, para colmo fumar era bien visto, pero el tiempo ha pasado, las sociedades han madurado y hoy, hasta los más empedernidos fumadores saben y reconocen los devastadores daños a la salud que ocasiona el cigarrillo.
- El monóxido de carbono y la nicotina, se reducen a la mitad.
- Se normalizan los niveles de oxígeno.
- Se elimina del cuerpo el monóxido de carbono.
- Los pulmones comienzan a limpiar la mucosidad.
- No queda nicotina en el cuerpo.
- Capacidades como la del olfato y la de sentir sabores mejoran notablemente.
- Mejora la respiración.
- Los bronquios se empiezan a distender y la persona se siente con más fuerzas.
- La circulación mejora, caminar y correr se vuelve mucho más sencillo.
- Los problemas de tos y el sonido silbante y chillón de la respiración mejoran.
- Desciende a la mitad el riesgo de enfermedad coronaria.
- Cuando llega a estar 2 años sin fumar, las posibilidades de dejar el tabaco definitivamente son muy altas.
- El riesgo de infarto se reduce a un riesgo similar a aquellos que nunca han fumado.
- El riesgo de cáncer de pulmón desciende a la mitad que la de un fumador.
- El riesgo de enfermar de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón o páncreas baja considerablemente.
- Desciende el riesgo de padecer úlceras.
- El riesgo de enfermedad coronaria es ahora muy similar a aquellas personas que nunca han fumado.
- El riesgo de muerte vuelve a ser casi el mismo que la gente que nunca ha fumado.