Todos sabemos que si la presión arterial y el colesterol están
altos, los riesgos de sufrir un problema cardiovascular son mayores.
A partir de ahora tendremos que tener en cuenta otro
parámetro: el grupo sanguíneo.
Según una investigación de la Universidad de
Harvard, el tipo de sangre implica una
probabilidad diferente de desarrollar una enfermedad cardíaca.
Los grupos sanguíneos
Existen 4 grupos sanguíneos en función del antígeno, una
proteína que está presente en la superficie de los glóbulos rojos: el A, el B,
el 0 y el AB.
Existe además otro antígeno en la membrana de las células que recibe el nombre de Rh, positivo o negativo. La combinación y presencia de
estas moléculas hacen que se establezcan las compatibilidades a la hora de
recibir sangre en una transfusión.
Estos antígenos no están solamente en los glóbulos rojos
sino que también se encuentran en una gran variedad de tejidos, como las
plaquetas, las neuronas sensoriales o el
endotelio vascular es decir en la pared de los vasos sanguíneos.
El estudio
Investigadores de la Harvard Medical
School de Boston, USA, analizaron los
datos recogidos en dos grandes estudios epidemiológicos realizados en décadas
pasadas.
De esta forma se tuvieron en cuenta los grupos sanguíneos de
unas 90 mil personas, de ambos sexos y se registraron las enfermedades
cardiovasculares que los participantes desarrollaron a lo largo de 20 o más
años del seguimiento, la edad
comprendida de las personas registradas era de entre los 30 y 75 años.
Los resultados
La investigación dio como resultado que las personas con el
grupo 0 son las que tienen el menor riesgo de tener un problema cardiovascular.
En cambio, las que portan el grupo menos frecuente, el AB, tienen un 23%
más de posibilidades de tener una enfermedad cardiaca, en comparación a las del
grupo 0.
Por detrás están las del grupo B, con un riesgo del 11%
mayor con respecto al grupo 0 y las del grupo A, con un 5% mayor.
"Creemos que los resultados pueden estimular futuros
estudios para investigar los mecanismos precisos que conciernen a los efectos
cardiovasculares de cada grupo sanguíneo. Todas las personas deberían tener
hábitos de vida saludables para reducir el riesgo coronario, pero aquellos que
tienen un tipo sanguíneo de alto riesgo deberían prestar más atención a su
salud cardiaca", dijeron los investigadores.
Para finalizar, a pesar de que el estudio fue realizado con personas
de raza mayoritariamente caucásica, no
se puede decir con rotundidad que estos resultados puedan extrapolarse a otras razas, los
investigadores dicen que "no parecen haber grandes razones para las
diferencias raciales o étnicas, aunque antes de establecer una conclusión final
para otras poblaciones, precisaríamos realizar un estudio con ellas".