El primer paso para sobrevivir a un infarto es aprender a
reconocer aquellos síntomas que nos alertarán de un posible ataque
cardíaco. Estos “avisos” nos darán la posibilidad de actuar rápidamente y
pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Siendo la
causa de millones de muertes cada año, es muy llamativo el hecho de que una buena
parte de la población desconozca los síntomas de un infarto.
¿De que hablamos cuando hablamos de un “infarto”?
Un infarto consiste en la muerte del tejido de un órgano o
músculo (esto se denomina necrosis isquémica), que se produce en la
mayoría de los casos cuando las arterias que lo irrigan de sangre se
obstruyen.
Cabe aclarar que el término ‘infarto’ puede
producirse en cualquier órgano o cualquier músculo del cuerpo humano, sin
embargo algunos son más frecuentes que otros.
Los infartos más frecuentes son:
- Cerebro (ACV o accidente cerebrovascular)
- Corazón (infarto agudo de miocardio)
- Intestino (infarto intestinal mesentérico)
- Riñón (infartación renal)
El infarto agudo de miocardio (o ataque cardíaco) se
produce cuando el flujo de sangre a una parte del corazón es obstruido
durante un lapso de tiempo, causando que el músculo cardíaco (miocardio)
resulte dañado o muera.
Una encuesta hecha en Estados Unidos por el Centro para el
Control y Prevención de Enfermedades revela datos preocupantes, casi el 30% de los estadounidenses no sabe reconocer los síntomas.
La importancia de conocer estos avisos es muy grande, ya que
si se actúa rápidamente, se puede disminuir el riesgo de muerte ya que un alto
porcentaje de los fallecimientos ocurren en la primera hora tras aparecer
los síntomas.
Es importante estar alerta ante molestias repentinas, porque
no todas las personas tienen los mismos síntomas, ni siquiera una misma persona
experimenta iguales sensaciones en infartos posteriores.
Los principales síntomas son:
Una presión muy grande sobre el pecho: Muchos infartados lo
describen como si alguien estuviera parado sobre nuestro pecho. Por lo general no dura más
que unos pocos minutos, o va y viene. Se puede sentir una presión incómoda,
opresión o dolor. También se puede sentir acidez o indigestión.
Dolor agudo en la parte superior del cuerpo: en el cuello,
la espalda y la mandíbula: puede incluir dolor o malestar en uno o ambos
brazos, la espalda, los hombros o la
parte alta del estómago. El dolor en la espalda, el cuello o la mandíbula es un
síntoma de infarto más común en las mujeres que en los hombres.
Falta de aire: Puede ocurrir mientras descansa o se
encuentra en una actividad física mínima. La falta de aire puede comenzar antes
o al mismo tiempo que el dolor o malestar en el pecho, y puede incluso ser su
único síntoma.
Sudor frío excesivo: Un repentino "sudor frío"
puede ser señal de un infarto.
Cansancio inexplicable: La fatiga repentina intensa es uno de los síntomas más
comunes de infarto sobretodo en mujeres. Puede venir repentinamente o
permanecer durante días. Más de la mitad de las mujeres que sufren un infarto
experimentan cansancio muscular o debilidad que no están relacionados con el
ejercicio.
Mareos o aturdimientos repentinos: La gran mayoría de los
infartados reconocen haber sufrido mareos antes de sufrir un infarto.
Náuseas o vómitos: Las mujeres son el doble más propensas
que los hombres a experimentar náuseas, vómitos o indigestión durante un
infarto. Lamentablemente es muy común que estas sensaciones son ignoradas como
si se debieran a causas menos graves.
…Recuerde, si tiene cualquiera de estos síntomas y duran más
de 5 minutos, solicite ayuda rápidamente. Incluso si los síntomas se van
antes de los 5 minutos, llame a la asistencia médica enseguida, ya que
puede ser una señal de que un infarto está por llegar. No pierda tiempo
esperando que la sensación se vaya por sí sola. No olvide que un tratamiento
rápido puede salvarle la vida.