Accidente cerebrovascular: sugerencias para la mujer


En los últimos días la Asociación Americana del Corazón lanzó una nueva guía sobre prevención de accidentes cerebrovasculares, la particularidad de esta última publicación es que se centra en quienes tienen un riesgo ligeramente más alto de sufrirlo: el sexo femenino. 


Cerebrovascular sugerencia mujer


Aunque los factores de riesgo de padecer un accidente cerebrovascular son, en gran medida, similares tanto para hombres como para mujeres, son ellas quienes tienen algunas variables adicionales que las lleva a tener una probabilidad ligeramente más alta a lo largo de sus vidas.
Parte de los motivos porque las mujeres son más susceptibles que los hombres, se deben fundamentalmente a factores hormonales y éstos son relevantes en todas las etapas de la vida.

En el caso del sexo femenino, el accidente cerebrovascular es la tercera causa de muerte (para los hombres es la quinta causa de muerte). Además, las mujeres tienden a tener una recuperación más pobre y también secuelas más profundas que el sexo masculino. 

El accidente cerebrovascular se produce cuando se detiene el flujo de sangre a una parte del cerebro. En este caso el cerebro no puede recibir ni sangre ni oxígeno, de este modo las células cerebrales mueren y el daño es irreparable.
La detención del flujo de sangre puede ser causado por la obstrucción de alguna arteria (ACV isquémico) o porque un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se rompe (ACV hemorrágico).

Los cambios en los niveles de las hormonas reproductivas en las diferentes etapas de la vida, pueden influir en el riesgo de ACV en una mujer y esto se debe a las hormonas anticonceptivas a una edad temprana y a la terapia de reemplazo hormonal durante la menopausia. 
Ciertas situaciones como la preeclampsia (dificultad del embarazo asociado a hipertensión y a elevados niveles de proteína en la orina), puede aumentar significativamente la presión arterial durante el embarazo y puede poner a la mujer en un riesgo mayor de sufrir un accidente cerebrovascular no sólo durante la etapa de gestación, sino que también en etapas posteriores.

Uno de los párrafos de la guía dice lo siguiente: “Las mujeres tienen riesgos únicos, que incluyen el embarazo y las complicaciones que pueden ocurrir en él. Luego están las cuestiones relacionadas con el uso hormonal, como los anticonceptivos orales y las hormonas que se utilizan para tratar los síntomas de la menopausia.


 Estos son los puntos más importantes de las sugerencias:

  • Antes de iniciar el consumo de las píldoras anticonceptivas, las mujeres deben hacer examinar su presión arterial, ya que las hormonas de los anticonceptivos pueden aumentar el riesgo de ACV.
  • Las mujeres con un historial de presión arterial alta, al quedar embarazadas pueden consumir aspirinas de bajas dosis (81 Mg) después del primer trimestre, también sería recomendable suplementos de calcio, para reducir el riesgo de preeclampsia.
  • La preeclampsia genera tener el doble de riesgo de un accidente cerebrovascular y cuatro veces más de riesgo de presión arterial alta en el futuro. Por lo que los médicos deberían considerarla como un factor de riesgo igual que los clásicos: colesterol, tabaquismo y obesidad.
  • En el caso de las mujeres embarazadas con presión arterial moderadamente elevada (159/109 mmHg o inferior) los médicos deberían considerar si serán tratadas o no con medicamentos. En cambio, las mujeres embarazadas con presión arterial alta o muy alta (160/110 mmHg o superior) en general si deben ser tratadas, sin embargo, algunos medicamentos no son seguros durante el embarazo.
  • Las mujeres que tienen migrañas con aura deben dejar de fumar para evitar mayores riesgos de accidente cerebrovascular. Algunos estudios han relacionado a las migrañas con aura, con un mayor riesgo de ACV.
  • Las mujeres mayores de 75 años deben ser examinadas por fibrilación auricular, ya que se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
  • La terapia hormonal durante la menopausia puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, aunque los datos son contradictorios, esto se debe tener en cuenta.
  • Comer una dieta saludable para el corazón, esto incluye la reducción de sodio.
  • El estrés psicosocial y la depresión son más frecuentes en mujeres que en hombres y se asocian con un riesgo significativamente mayor de ACV.


El mensaje final es que la prevención del ACV debe comenzar lo antes posible. El seguimiento y la gestión de la presión arterial desde una edad temprana es la clave, también lo es el control de la presión arterial (con más asiduidad) durante el embarazo.
Como siempre se dice, los cambios de estilo de vida son la mejor manera de reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular. Y estos comportamientos saludables incluyen, comer bien, hacer ejercicio y no fumar.