Prácticamente todas las personas tenemos una visión positiva
del ejercicio físico, que sin dudas es muy bueno, pero en ocasiones, esta
perspectiva positiva también puede llevarnos a ignorar sus inconvenientes.
Veamos 7 situaciones en las que el ejercicio nos puede
perjudicar y sus posibles soluciones.
Puede ocurrir que la práctica de ejercicio físico puede no
tener los efectos deseados, parte de esto depende de que dichos ejercicios
estén correctamente realizados y que se adapten a nuestro tipo de cuerpo, edad
y resistencia.
Esta lista no significa que usted no deba
ejercitarse, sino todo lo contrario, la esencia de este artículo es
que se lean estos consejos como una forma de aprendizaje, para de ese modo
sacarle mejor provecho a la práctica deportiva.
1.) Ejercicio excesivo está asociado con más caries dentales
Un estudio publicado en la revista ‘Scandinavian Journal of
Medicine’ reveló que una investigación
realizada a 35 triatletas determinó que éstos tenían tasas mucho más altas de
caries dentales y otros problemas de salud bucal, que personas que realizaban
ejercicios de intensidad media o baja. Los autores del estudio determinaron que
los cambios fisiológicos que se producen durante los entrenamientos de
resistencia parecen causar efectos perjudiciales en los dientes y las encías,
principalmente debido a cambios en la composición de la saliva. Los resultados
también sugieren que la mejor manera de contrarrestar esto es hidratarse
frecuentemente mientras se practica el ejercicio, que además es un muy buen
consejo por muchas otras razones.
2.) Utilizar el estilo de vida saludable para justificar
comportamientos poco saludables
Un hallazgo paradójico observado en una investigación en Alemania
fue que algunas personas que practican ejercicios intensos regularmente, tienden
a beber más alcohol que quienes practican ejercicios con menos regularidad e
intensidad. Esto puede deberse al llamado “efecto del agotamiento del ego” y se
refiere a la idea de que cualquier tipo de esfuerzo físico o mental merma la
capacidad de resistir algunas tentaciones, es decir, que debido al esfuerzo
realizado, el deportista cree merecer actuar de maneras poco saludables (este
efecto es muy visto en deportistas de elite). La solución pasa por saber que
este efecto psicológico existe y por la necesidad de mantener un equilibrio entre las
conductas sanas y las no tan saludables, para asegurarse de no caer en la trampa
del “agotamiento del ego”.
3.) Movimiento repetitivo puede causar lesiones graves
Quienes se ejercitan sin atender las limitaciones y
necesidades de su cuerpo, corren el riesgo de desarrollar lesiones relacionadas
con el uso excesivo de las articulaciones. Por ejemplo, es sabido que los
jugadores de tenis pueden sufrir de epicondilitis lateral o ‘codo de tenista’ y
los corredores pueden sufrir lesiones tales como la fascitis plantar o también
el síndrome de dolor patelofemoral (también conocido como rodilla de corredor).
Someter a una articulación a un movimiento continuo (debido a ciertos tipos de
ejercicio), puede llevar a problemas no sólo relacionados con la actividad
física, sino que también pueden llegar a afectar sus actividades cotidianas.
Para evitar lesiones por movimientos repetitivos es
imprescindible variar el tipo de ejercicios que realiza y prestar atención a
cualquier dolor, antes de que se vuelva crónico.
4.) Obsesión por el ejercicio puede llevar a trastornos
alimenticios
Practicar ejercicio hasta el punto de transformarlo en una
obsesión no es necesariamente un síntoma saludable. Un estudio realizado en
Holanda el año pasado, encontró que las mujeres que hacen ejercicios intensos
más de 5 horas a la semana, tenían el doble de probabilidades de desarrollar un
trastorno alimenticio que las deportistas de baja intensidad o no deportistas.
Esto no quiere decir que las personas que han llegado a un
punto en que el ejercicio físico es una obsesión vayan a desarrollar un
trastorno alimenticio, pero es posible, sobre todo si hay otros factores de
riesgo.
5.) Riesgo cardiovascular en atletas de resistencia
De todas las razones para hacer ejercicio, reducir el riesgo
de enfermedades cardíacas es una de las más significativas. Sin embargo, en un
estudio de atletas de alta resistencia realizado en 2013, se observaron cambios
en el músculo del corazón que podrían aumentar el riesgo de problemas
cardiovasculares (incluso de muerte súbita) ya que comprometía la capacidad
para bombear sangre de un forma rítmica normal. Los atletas en este estudio
eran competidores de maratón y media maratón, pero no atletas profesionales.
Si usted participa regularmente en maratones, medias
maratones o incluso distancias más cortas, es importante ser chequeado por un
especialista regularmente.
6.) El ejercicio puede deteriorar la calidad del sueño
Los especialistas del sueño recomiendan evitar el ejercicio
cerca de la hora de acostarse.
El golpe de adrenalina que obtenemos a partir de una buena
sesión de ejercicios puede persistir durante algún tiempo, sin embargo, es
generalmente aceptado que un régimen de ejercicios constante que finaliza
temprano, nos ayudará a obtener un mejor descanso por la noche.
La realidad es que distintos estudios han demostrado que no
todos reaccionamos de igual forma a esto, es decir, hay personas que el hecho
de hacer ejercicio por las noches no altera mayormente su calidad de sueño, sin
embargo, se ha constatado de que hay personas que sí se ven afectadas por la
práctica de ejercicio poco antes de acostarse, quizás se deba a que sus niveles
de adrenalina se estabilicen mas lentamente. Si eres de este tipo de persona,
no tienes otra alternativa que buscar hacer tus ejercicios lo menos tarde
posible.
7.) Sentimientos de culpa al no poder hacer ejercicios
Es bastante común en personas que tienen rutinas y días muy
específicos de ejercicios, sentirse culpables si no los pueden hacer.
Las personas que dejan de hacer ejercicios después de haber
sido razonablemente activos durante un tiempo, pueden empezar a sentir
angustia, a tal punto que pueden desarrollar estados de ansiedad y depresivos.
Una investigación realizada en Canadá con mujeres jóvenes que recientemente
habían dejado la práctica regular de ejercicios, encontró que tenían una predisposición
35% mayor a sufrir estados emocionales negativos (ansiedad, vergüenza, sentirse
culpable, etc.) que quienes seguían con sus rutinas o no practicaban deportes.
Es bueno verte a ti mismo como activo y enérgico, pero también debes poder
dominar tu personalidad y lograr manejar esos momentos en que no puedes
practicar ejercicios.
Para terminar
En resumen, cada uno de los problemas que eventualmente nos
puede causar la práctica de ejercicios, debemos lograr manejarlos con la
estrategia correcta y con el método que mejor se adapte a nuestras necesidades, tanto físicas como mentales.