Si generalmente comes más de lo que deberías y tienes sobrepeso u obesidad, es importante entender la causa más importante que desencadena el exceso de peso.
El estómago y el cerebro se comunican constantemente
mientras comemos. Es decir, nuestro estómago envía una señal al cerebro
anunciándole que ya comió lo suficiente y el cerebro reacciona con una señal de
saciedad, es el momento en el cual dejamos de comer. Pero si algo interfiere en
esta comunicación, es altamente probable que comamos de más.
En un experimento de laboratorio realizado con ratones,
cuando esta conexión entre el estómago y el cerebro se cortó en forma
intencional, los ratones comieron literalmente hasta explotar. Felizmente los
seres humanos no comemos hasta explotar, pero sí lo podemos hacer hasta un
punto de extrema incomodidad, incluso hasta causar lesiones graves en nuestro
cuerpo.
Uno de los actores centrales en la regulación del apetito es
la hormona leptina.
La leptina actúa en el hipotálamo y en el área tegmental
ventral del cerebro haciéndole saber cuándo debemos dejar de
comer. Algunas evidencias sugieren que los cerebros de las personas obesas
son menos sensibles a esta hormona.
Los especialistas promueven el consumo de comidas bien
balanceadas que contengan variedad de alimentos debido a que éstos son
digeridos y absorbidos a un ritmo diferente por el torrente sanguíneo. Esto
quiere decir que algunos alimentos permanecen en el estómago más tiempo que
otros, ayudando a mantener una sensación de plenitud.
Por ejemplo, los alimentos azucarados, incluyendo los dulces
y las comidas ricas en grasas fabricadas con harinas refinadas, proporcionan
energía rápida, pero también abandonan el estómago rápidamente. Si esto es todo
lo que comemos, seguramente tendremos hambre de nuevo en dos o tres horas.
Los alimentos que son ricos en proteína y grasa (como la
carne, productos lácteos, huevo, pescado, etc.) pueden ayudarnos se sentirnos llenos durante más tiempo, ya que permanecen en el estómago durante un máximo de
seis horas.
Los alimentos ricos en fibra (por ejemplo las frutas,
vegetales y granos enteros) pueden ser mucho más eficaces en ayudar a sentirnos satisfechos por mas tiempo, debido a que nuestro cuerpo necesita más tiempo para
procesar la fibra.
La mayoría de las personas comienzan a sentirse satisfechos
entre los diez y veinte minutos de haber comenzado a comer. Ese es el tiempo
que tarda el estómago para enviar una señal al cerebro de que está satisfecho. Distintos
estudios han demostrado, sin embargo, que algunas personas (generalmente individuos
obesos) experimentan una sensación de saciedad retardada y que pueden llegar a demorar
el doble de tiempo en recibir el mensaje para dejar de comer. El cerebro no
reconoce que la persona está comiendo, incluso después de haber estado
ingiriendo alimentos durante quince o veinte minutos.