Una enorme mayoría de los artículos sobre el estrés, tienden a centrarse en el impacto negativo que este puede tener en nuestras vidas. Y es muy cierto, que el hecho de padecer mucho estrés, es posible que llegue a ser perjudicial para nuestra salud.
Pero mientras que estos artículos abundan, en realidad, no
dicen toda la verdad acerca del estrés. Un estudio iniciado en 1998 encuestó a
casi 30 mil adultos en Estados Unidos y Canadá. En dicha investigación a los
participantes se les hizo dos preguntas:
- ¿Cuánto estrés ha experimentado en el último año?
- ¿Cree usted que el estrés es perjudicial para su salud?
Ocho años más tarde, los investigadores revisaron los datos
para examinar si las personas que habían reportado más estrés, habían tenido
tasas de mortalidad más altas.
Lo que encontraron fue que los participantes con altos
niveles de estrés tuvieron, efectivamente, más altas tasas de mortalidad, pero
sólo si también creían que el estrés era perjudicial para su salud.
Las personas que habían reportado altos niveles de estrés
pero que no creían que este era perjudicial para la salud, tenían la menor tasa
de mortalidad de todos los grupos del estudio.
La forma de pensar el estrés
Los datos del estudio podrían estar indicando que lo que
cada uno piense acerca del estrés, pueda tener una poderosa influencia sobre su
salud.
Por ejemplo, una investigación realizada en 2009 por la Universidad de Birmingham
con personas que tenían altas responsabilidades empresariales y profesionales,
reveló que aquellos individuos que veían al estrés como una parte normal de las
responsabilidades laborales, presentaban una presión arterial normal, incluso
muchos de ellos practicaban ejercicios físicos y tendían a tener una dieta saludable.
En cambio, aquellos individuos que tenían una creencia negativa sobre el estrés
(por ejemplo, que los haría envejecer más rápido) presentaban presión arterial
elevada, mayor peso que el otro grupo, eran menos propensos a hacer ejercicios,
comían menos sano, entre otras actitudes negativas.
Si usted es una de las tantas personas que cree que el
estrés está perjudicando su salud, podría aplicar este proceso de tres pasos que
le podría ayudar a reconsiderar esta forma de pensar:
1.) Reconocer cuando usted experimenta estrés y observe como
le afecta física y psicológicamente.
2.) Reconocer que el estrés es la respuesta a algo que
realmente le importa. Trate de conectar con esa emoción positiva que hay detrás
del estrés.
3.) Hacer uso de la energía que el estrés le otorga.
La visión popular del estrés es que provoca una respuesta de
lucha o huida. Es decir, cuando usted experimenta estrés, su cuerpo se prepara
para luchar contra él o tratar de escaparle. En realidad, existen varios tipos
diferentes de respuestas al estrés. Por ejemplo, un factor de estrés puede
motivar, aumentar su confianza o ayudarle a aprender de los errores.
Es hora de que comencemos a hablar de una forma más
equilibrada sobre el estrés. Si bien existe el estrés crónico que no es bueno
para nuestra salud mental o física, hay mucho más que aquello de que “el estrés
es malo para la salud”.
Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22201278