El colon irritable (también es llamado como intestino irritable) es una reacción del
organismo a diferentes situaciones, en muchos casos emocionales.
Afecta
a ambos sexos, aunque es más común en mujeres que en hombres y tiene una fuerte relación con
alteraciones psicológicas, como por ejemplo es estrés y la ansiedad. La
alimentación también juega un rol importante.
Las personas afectadas experimentan dolor o molestias en el
abdomen, hinchazón y cambios en las deposiciones. Cuando éstos ocurren al
menos tres días al mes durante tres meses consecutivos, podría tratarse de un
colon irritado, que suele mejorar con la defecación.
Estrés, factor clave
El sistema nervioso central se interrelaciona con
el sistema nervioso intestinal, por lo tanto los síntomas que tanto molestan
pueden surgir de la inadecuada regulación de estos sistemas.
En cuanto a las causas psicológicas, lo primero es
conocer las razones y la motivación que genera la aparición de esta afección o
si también puede estar relacionada con los síntomas, brindando herramientas
para controlarlos o conocer su naturaleza.
Las recomendaciones generales también varían según
la persona, pero a los pacientes se les puede aconsejar hacer algunos cambios
en el estilo de vida, evitar el estrés y preocupación excesiva en el trabajo o
en situaciones en el hogar, agregar horas de descanso, evitar alimentos y
bebidas estimulantes como la cafeína, el té o las bebidas colas y, en algunos
casos, aumentar el consumo de fibras.
La confusión con el cáncer de colon
Uno de los puntos más importantes es asegurarse que la
persona no sufre otra patología más grave (cáncer colorrectal), por lo que
resultan fundamentales los estudios y una adecuada relación médico-paciente.
Para descartar una enfermedad más seria que haga parecer un
cuadro de intestino irritable y asegurar que se trata de esta afección, se
requiere la consulta con el médico de cabecera, quien hará exámenes y pedirá
algunos análisis.
El especialista tendrá en cuenta la presencia de diarrea
diurna o nocturna, acompañada de sangre o fiebre; contemplará si el inicio de
la hinchazón, dolor y cambio evacuatorio ocurrió luego de los 50 años y si esos
síntomas se asocian con pérdida de peso.
También evaluará el hallazgo de anemia
en los análisis de sangre, la historia familiar de cáncer de colon o enfermedad
celíaca y signos de padecer alguna enfermedad de la tiroides.
Además, hay que saber que existe otra afección que
produce síntomas muy parecidos al colon irritable, es la intolerancia a la
lactosa, que afecta a un bajo porcentaje de individuos y se manifiesta cuando
la ingesta de leche o derivados de esta, es superior a 250 ml diarios.
Otro factor importante a considerar es el abuso de drogas
como la cocaína.