Los ojos también sufren cuando tenemos la presión arterial
alta (hipertensión), es que en la parte posterior del ojo tenemos la retina,
ésta esta formada por pequeños vasos sanguíneos que se pueden dañar cuando nos
sube la presión arterial, cuanta más alta sea ésta y mayor sea el tiempo que
haya estado elevada, es probable que el daño sea más grave.
El nombre que recibe esta enfermedad es “retinopatía
hipertensiva” y es mucho más común de lo que nos imaginamos.
En este artículo te enseñaremos cuales son sus síntomas y
como la puedes tratar.
¿Qué es la “retinopatía hipertensiva”?
Es un daño a la retina en la parte posterior del ojo,
ocasionado por hipertensión arterial.
La retina es un grupo de células sensibles a la luz que
recubren la parte posterior del ojo y que se encarga de recibir las imágenes y
enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.
El grado de la lesión de la retina se clasifica en una escala de 1 a 4.
En el grado 1, pueden no presentarse síntomas evidentes, la
retinopatía hipertensiva de grado 4 conlleva inflamación del nervio óptico y
del centro visual de la retina (mácula), lo cual ocasiona generalmente una
disminución en la visión.
Recuerda que se considera presión alta cuando la presión
sistólica (es cuando los ventrículos se contraen y el corazón bombea sangre) es
de 140 o mayor y/o cuando la presión diastólica (es cuando el corazón está en
reposo o entre latidos) es de 90 o mayor.
¿Por qué la hipertensión arterial afecta a la retina?
La retina está
formada por muchos vasos sanguíneos pequeños, que llevan sangre y oxígeno a los ojos.
Justamente, la presión arterial alta causa anomalías en los vasos sanguíneos,
hace que las arterias pequeñas se vuelvas más gruesas y puede hacer que se
bloqueen o que sangren.
En el ojo, tales cambios podrían afectar la visión, incluso si la presión sube mucho y en forma
rápida, puede causar una inflamación del nervio óptico llamada “papiledema”.
¿Cuáles son sus síntomas?
Fundamentalmente dos:
- Dolores de cabeza
- Perturbaciones visuales y a veces se produce la pérdida súbita de la visión
A pesar de los
problemas que puede ocasionar la presión arterial alta, las personas que
padecen la “retinopatía hipertensiva”, en general, no sienten ningún síntoma
hasta que la enfermedad está avanzada y a veces los problemas son irreversibles.
De ahí la importancia de hacerse los controles a la vista
con regularidad.
Tratamiento
El único tratamiento para la retinopatía hipertensiva es mantener a la presión arterial a raya, no hay otro.
Aquellas personas que ya están en el grado 4 de la
enfermedad (retinopatía hipertensiva severa) con frecuencia padecen también
complicaciones cardíacas y renales a causa de la hipertensión arterial.
Por lo general, la retina
se recuperará si se controla la presión arterial, pero
algunas personas con retinopatía hipertensiva grado 4 tendrán un daño permanente
en el nervio óptico o la mácula.
Por eso es de gran importancia que si padece de hipertensión
arterial y se presentan cambios en la visión o dolores de cabeza con cierta
frecuencia, acuda a un centro de salud y solicite una visita con un
oftalmólogo.