Gracias al descubrimiento de las vitaminas, una gran parte del mundo ya no es afectado por horribles enfermedades como la pelagra, el beriberi o el escorbuto, todas dolencias que se pueden prevenir o curar con dosis de las vitaminas apropiadas.
Pero también es cierto que en el mundo de hoy la tendencia
que existe a “divinizar” las vitaminas nos impide ver sus limitaciones y nos
hace presa fácil de la creciente publicidad de la industria farmacéutica, que
gana millones vendiendo suplementos vitamínicos. Veamos algunos datos interesantes
sobre las vitaminas para tener un mejor conocimiento sobre ellas.
1.) Hay 13 productos químicos orgánicos que son vitaminas
para los seres humanos y todas juegan un papel crítico en nuestro metabolismo.
Las vitaminas A, D, E, K que son solubles en grasa y las nueve vitaminas
solubles en agua: los 8 tipos de vitamina B y la vitamina C.
2.) Algunas enfermedades no son causadas por bacterias o
virus, sino que son producto de falta de vitaminas. Por ejemplo, las ya
nombradas escorbuto, beriberi o pelagra pueden curarse mediante pequeñas dosis
de vitamina C, tiamina (B1) y niacina (B3) respectivamente. Los defectos en el
tubo neural de los fetos también son causados por una deficiencia vitamínica,
en este caso, de ácido fólico (B9). Otras enfermedades comunes por deficiencia
vitamínica son el raquitismo y la ceguera nocturna.
3.) El exceso de vitaminas puede ser perjudicial para la
salud. De hecho, una sobredosis de vitamina A puede causar daño hepático o en
caso de una embarazada, defectos de nacimiento en el bebé. Otro ejemplo es el
exceso de vitamina D, que puede ocasionar que se absorba demasiado calcio y
esto obstruye las arterias. Otras vitaminas que su exceso pueden causar efectos
secundarios son la niacina (B3), el ácido fólico (B9) y la vitamina C. Es
importante saber que las dosis más saludables y seguras de vitaminas son las
que se encuentran naturalmente en los alimentos.
4.) Las vitaminas se encuentran más concentradas en las
pieles de frutas y verduras. Sólo hay que recordar que algunas pieles, como la
del mango, son venenosas y se deben evitar. Y, por supuesto, lavar todas las
frutas y verduras para eliminar los pesticidas y otras impurezas que pudiera
haber en ellas.
5.) Las vitaminas
sintéticas son químicamente idénticas a las naturales. En efecto, cuando usted
consume vitaminas en píldoras, estas son químicamente iguales a las naturales.
Aún así, es ampliamente recomendable obtener las vitaminas de alimentos que de suplementos.
La razón es que los alimentos naturales contienen una cantidad importante de
otros compuestos más allá de las vitaminas que pueden ser beneficiosos para la
salud, que los complementos o alimentos enriquecidos artificialmente no
contienen.
6.) Productos saludables tales como el ajo, el ginkgo
biloba, el ginseng o la vitamina E pueden causar problemas en determinadas
circunstancias. Esto se debe a que son anticoagulantes y nos podrían provocar
complicaciones, por ejemplo, durante una cirugía. Las personas que consumen
este tipo de productos deberían comunicárselo a su médico.
7.) Las personas que sienten hormigueo o entumecimiento en
los dedos de manos o pies puede ser debido a la deficiencia de vitamina B12, ya
que esta ayuda a mantener los nervios sanos. Dicha vitamina se encuentra
fundamentalmente en carnes, pescados y huevos.
8.) Muy pocos alimentos contienen vitamina D de forma
natural, en cambio, el cuerpo produce esta vitamina en gran medida gracias a
la exposición al sol. Concentraciones más altas de vitamina D están
relacionadas con menores tasas de enfermedades cardiovasculares, menos
diabetes, menor probabilidad de contraer enfermedades infecciosas, menos
trastornos depresivos y una mejor función cognitiva.
9.) Congelar o cocinar los alimentos (sobre todo la cocción
en exceso) produce un deterioro en la calidad de las moléculas de ciertas
vitaminas, anulando sus beneficios.
10.) Como hemos visto, la falta severa de vitaminas puede
desencadenar enfermedades, pero una deficiencia leve puede provocar algunos
síntomas como: sangrado en las encías, falta de memoria, uñas estriadas,
problemas de visión, dolores musculares, falta de energía, labios agrietados o
erupciones en la piel.
11.) Algunos productos de consumo diario hacen que el
organismo absorba menos vitaminas (o también que acelere su eliminación). Por
ejemplo, el tabaco precipita la eliminación de la vitamina C del cuerpo. Un
consumo excesivo de té o café limita la absorción del ácido fólico (B9), la B 12 y vitamina A. Por su parte,
el alcohol restringe la absorción de la vitamina C y varias vitaminas B.
12.) Por lo general, una persona que lleve una dieta
balanceada con una alimentación variada y rica en frutas y verduras, muy
difícilmente presente carencia o exceso de vitaminas.