Un grupo de investigadores de la Universidad de
Sheffield ha identificado seis tipos diferentes de personas con obesidad, los
profesionales sugieren que la orientación por grupo puede ser más eficaz en el
tratamiento del exceso de peso.
Tratar con grupos diferentes y de manera distinta, podría
contribuir a ayudar a las personas a perder peso más fácilmente, sugiere el
estudio.
En dicha exploración, los investigadores analizaron a un conjunto
amplio de personas con un índice de masa corporal (IMC) mayor a 30, identificándolas
básicamente en 6 grupos:
- Mujeres jóvenes sanas
- Hombres jóvenes con consumo excesivo de alcohol
- Personas de mediana edad con estados depresivos o ansiedad
- Personas sanas y de buena posición económica
- Personas mayores con alguna enfermedad pero felices
- Personas con mala salud en general
La investigación, publicada hace unos días en el ‘Journal of
Public Health’ sugiere que el uso de diferentes enfoques para cada grupo en
particular, podría ser la clave para la aplicación de tratamientos más
efectivos para la obesidad.
El índice de masa corporal (IMC) se basa en la altura y el
peso del individuo, pero esta medición no tiene en cuenta aspectos como la
salud o los comportamientos diarios de la persona.
Los investigadores utilizaron datos de reportes de más de 4
mil personas entre 16 y 85 años en el lapso de tres años (2010 - 2012). Las
variables de salud incluyeron datos de enfermedades como fatiga, dolor crónico,
insomnio, depresión, enfermedades al corazón, artritis o cáncer. Mientras tanto
el comportamiento se estimó por conductas tales como si la persona fumaba, la
cantidad de alcohol que consumía por semana o si practicaba deportes por más de
una hora semanalmente.
Otros factores considerados fueron si el individuo concurría a
clubes de adelgazamiento, su nivel de control sobre las porciones de alimentos
que consumía o la ingesta de medicación para control del peso.
Las mujeres más jóvenes tuvieron las características de salud
más positivas, mientras que los hombres con consumo excesivo de alcohol fueron
los menos propensos a demostrar cuidado por su peso y salud, aún así, algunos
de estos últimos tenían niveles por encima de la media en actividad física,
sobre todo por caminar.
Las personas depresivas o con ansiedad fueron
predominantemente mujeres, ellas presentaban fundamentalmente una mala salud
mental, frecuentes estados depresivos, fatiga y una baja sensación de bienestar.
El lado positivo era que, en líneas generales, tenían aceptables niveles de
actividad física y bajo consumo de alcohol.
Entre las personas mayores, el grupo más sano presentaba
niveles más altos de presión arterial y un nivel de consumo de alcohol por
encima de la media. Mientras que el grupo más físicamente enfermo pero feliz,
presentaba niveles relativamente bajos de ansiedad y depresión.
Las personas con mala salud en general, reportaron altos
niveles de debilidad, dolor y fatiga. Este grupo fue el que tuvo la mayor media
de IMC.
Mark Green, director del estudio y profesor de la escuela de
salud e investigación social de la Universidad de Sheffield, dijo que las políticas
destinadas a combatir la obesidad y fomentar los estilos de vida saludables a
menudo se dirigen a personas sólo porque son obesos, sin tener en cuenta otros
factores. No todos somos iguales, por tanto, los enfoques de salud tienen que
estar basados en diferentes tipos de personas. Los grupos que hemos identificado son propensos a necesitar
muy diferentes tratamientos y responderán de manera muy distinta a las
políticas de promoción de salud, el enfoque en un sólo conjunto a demostrado no
ser muy eficiente.
El documento finalmente analiza las formas prácticas en las
que cada grupo podría abordar el sobrepeso de una manera eficaz, teniendo en
cuenta todos los factores mencionados.