Cada vez más, la investigación está descubriendo evidencias de que ciertas características del microbioma humano puede ser una causa fundamental en el desencadenante de algunas patologías. Un reciente estudio se suma a esta evidencia, que implica a las bacterias estafilococos como un desencadenante de la obesidad y la diabetes tipo dos.
Cuando hablamos de microbioma, nos estamos refiriendo a los
microbios benignos que habitan en nuestro organismo y que cumplen una cantidad
muy amplia de funciones esenciales para nuestra salud.
Los estafilococos son un tipo de bacteria, éstos pueden
vivir en la superficie de la piel sin causar daño, sobre todo cerca de la boca,
nariz, genitales y el ano. Sin embargo, cuando se produce una herida, los
estafilococos pueden introducirse en ella y desencadenar una infección.
En la investigación, publicada en la revista ‘mBio’, un
equipo de microbiólogos de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa,
expuso a un grupo de cobayos de laboratorio a la toxina producida por la
bacteria estafilococo (Staphylococcus aureus). Los investigadores encontraron
que la exposición prolongada a esta toxina causó en los animales diversas
patologías, como por ejemplo, resistencia a la insulina, intolerancia a la
glucosa e inflamación (reacción del sistema inmune a cuerpos extraños
tales como virus, bacterias, hongos, parásitos, etc.)
Efecto en cadena
Dado que la obesidad es uno de los factores de riesgo de la
diabetes, los autores de la investigación apuntan a que el aumento de peso
tiene un efecto en cascada, o sea, la obesidad altera el microbioma y hace a la
persona (o en este caso a cobayos) más susceptibles a las bacterias
estafilococos. Posteriormente, una exposición superior a lo normal de las
toxinas producidas por las bacterias, desencadena la diabetes.
Las toxinas producidas por la bacteria estafilococo pueden
interrumpir el normal funcionamiento del sistema inmune, lo cual puede producir
una sepsis, inflamación del músculo
cardíaco y choque tóxico, todo lo cual puede ser fatal. Pero concretamente en
este estudio, se pudo observar que las toxinas del estafilococo también afectan
a los adipositos (células grasas).
Para comprobar los resultados del estudio, los investigadores
midieron la cantidad de bacterias estafilococos y sus toxinas relacionadas en
la piel de 4 pacientes con diabetes. Los resultados arrojaron que la cantidad
de toxinas en la piel estaba en proporción al desencadenador de la diabetes en
los cobayos.
Los investigadores ahora están tratando de desarrollar una
vacuna y un gel que ataquen específicamente a las toxinas de los estafilococos,
ya que creen firmemente que esto podría frenar el desarrollo de la diabetes
tipo dos, que sólo en Estados Unidos afecta a casi 30 millones de personas.
Referencia: http://mbio.asm.org/content/6/2/e02554-14
Referencia: http://mbio.asm.org/content/6/2/e02554-14