Es sabido que las hormonas ováricas que impulsan el ciclo menstrual pueden conducir a las mujeres a dificultades emocionales, especialmente a que sean más vulnerables a trastornos alimentarios.
Un estudio llevado a cabo por Kelly Klump, experta en
desórdenes alimenticios de la Universidad Estatal de Michigan, ha confirmado
que las hormonas ováricas (estrógeno y progesterona) conducen a aumentos de
atracones por causas emocionales a través del ciclo menstrual.
La investigación encontró tasas significativamente más altas
de atracones con alimentos debido a factores emocionales en la segunda mitad
del ciclo, cuando los niveles de estrógeno y progesterona son altos.
Estos resultados concuerdan con anteriores datos en que
mujeres con bulimia nerviosa tenían tasas de atracones alimenticios cinco veces
mayor en la segunda mitad del ciclo que en la primera mitad. La parte más
alarmante es que, como este ciclo se repite cada mes, por tanto, también lo hace toda la
fase biológica que participa en estos síntomas.
Una vez que se observó que dichas hormonas conducían a estos
síntomas, la pregunta era ¿de qué forma estas hormonas conducen a los
trastornos de alimentación?
Con el fin de examinar “el cómo y el por qué” se comenzó a observar
a modo de muestra la función de las distintas hormonas del cerebro, es decir, como
éstas regulan, activan o desactivan genes, y de esa forma, conducen a cambios
físicos en el cuerpo, por ejemplo, los cambios que ocurren durante la pubertad.
Y también los cambios neuronales del cerebro, por ejemplo, el aumento o
disminución de la síntesis de la serotonina.
Teniendo en cuenta el importante papel de las hormonas
ováricas en la expresión génica, los investigadores comenzaron a preguntarse si
las asociaciones entre las hormonas y los atracones de comida fueron impulsadas
por cambios en los genes, que luego se tradujo en una mayor ingesta por causas
emocionales durante la segunda mitad del ciclo menstrual. En esencia, lo que se
quería saber era si estas hormonas pueden cambiar ciertas funciones genéticas
que desencadenan estos síntomas psicológicos, del mismo modo que pueden
desencadenar las funciones genéticas que originan los síntomas de los cambios
físicos en las mujeres.
El dato más sorprendente es que estos cambios genéticos se
producen en cuestión de días, no en meses o años, y que además, estos cambios
ocurren regularmente durante cada ciclo menstrual.
Estos datos nos pueden estar diciendo que las hormonas
ováricas también pueden ser el disparador de otros trastornos o síntomas que
varían en todo el ciclo de la mujer, como la ansiedad y la depresión.
Sin dudas que se necesita más investigación para entender
como estos cambios pueden traducirse en diferentes opciones de tratamientos
para las personas afectadas. Sobre todo en como evitar los efectos negativos de
las hormonas en los genes involucrados y en los sistemas neuronales.
Referencia:
http://www.klump.socialscience.msu.edu/press-releases/2015/7/14/research-finds-ovarian-hormones-play-genes-like-a-fiddle