No atenerse a un horario regular para acostarse y
despertarse, y las diferentes cantidades de sueño cada noche, aumenta el riesgo
de colesterol alto, hipertensión y niveles altos de azúcar en sangre. Cada hora
de variabilidad en el tiempo para acostarse y el tiempo para dormir puede estar
relacionada con una posibilidad 27% mayor de anormalidad metabólica.
Los resultados del estudio, que fue financiado por el
Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre de Estados Unidos, aparecen
hoy en la revista Diabetes Care.
"Muchas investigaciones anteriores han demostrado un
relación entre el sueño insuficiente y un mayor riesgo de obesidad, diabetes y
otros trastornos metabólicos", dijo el epidemiólogo y autor del estudio
Tianyi Huang, "pero no sabíamos mucho sobre el impacto del sueño
irregular, la gran variabilidad del día a día en la duración y el tiempo del
sueño. Nuestra investigación muestra que, incluso después de considerar la
cantidad de sueño que una persona duerme y otros factores del estilo de vida, "la
diferencia de una noche a otra en la hora de dormir o la duración de una noche
de sueño multiplica el efecto metabólico adverso".
Para el estudio actual, los investigadores siguieron a 2003
hombres y mujeres de 45 a 84 años, que participaron en el Estudio Multiétnico
de Aterosclerosis (MESA). Los participantes fueron estudiados durante una media
de seis años para descubrir las asociaciones entre la regularidad del sueño y
las anomalías metabólicas. Para asegurar la medición objetiva de la duración y
calidad del sueño, los participantes usaron relojes de pulsera Actigraph para
seguir de cerca los horarios de sueño. También respondieron a cuestionarios
estándar sobre los hábitos de sueño y otros factores relacionados con el estilo
de vida y la salud.
"Las métricas objetivas y un tamaño de muestra grande y
diverso son los puntos fuertes de este estudio", dijo Michael Twery, director
del Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño. "Al igual
que la capacidad del estudio de considerar no solo los factores actuales, sino
también realizar un análisis prospectivo que nos permitió evaluar si los
patrones de sueño irregular podrían vincularse a futuras anomalías metabólicas".
Las personas con mayores variaciones en la hora de acostarse
y en las horas de sueño tuvieron una mayor prevalencia de problemas
metabólicos, y estas asociaciones persistieron después de ajustar la duración
promedio del sueño. Este fue también el caso cuando observaron a los
participantes que desarrollaron trastornos metabólicos durante los 6.3 años de
seguimiento.
Los resultados prospectivos mostraron que las variaciones en
la duración del sueño y la hora de acostarse precedieron al desarrollo de la
disfunción metabólica. Según los autores, esto proporciona algunas pruebas que
apoyan un vínculo causal entre el sueño irregular y la disfunción metabólica.
Los participantes cuya duración de sueño varió más de una
hora tenían más probabilidades de trabajar horarios no diurnos, fumar y tener
una duración más corta para dormir. También tenían síntomas depresivos y de
ingesta calórica más alta.
La variabilidad a la hora de acostarse y en las horas de
sueño se asociaron, en gran medida, con múltiples problemas metabólicos, como
un menor colesterol HDL, una mayor circunferencia de la cintura, hipertensión
arterial y niveles de triglicéridos y glucosa en ayunas por encima de lo normal.
"Nuestros resultados sugieren que mantener un horario
regular de sueño tiene efectos metabólicos beneficiosos", aseguró la Dra.
Susan Redline, médico senior de la División de Trastornos del Sueño en el
Brigham and Women's Hospital. "Este mensaje puede enriquecer las
estrategias actuales de prevención de enfermedades metabólicas que se centran
principalmente en promover un sueño suficiente y otros estilos de vida
saludables".
Referencia:
https://www.sciencedaily.com/releases/2019/06/190605133514.htm
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