Un nuevo estudio encuentra que las personas mayores que
obtienen bajos puntajes en una prueba de detección de olores, tienen 46% más
probabilidades de morir en los próximos 10 años.
Lamentablemente, a medida que las personas envejecen, casi
todos los sentidos disminuyen en diversos grados, incluyendo la vista, el oído,
y menos, el sentido del olfato. En los últimos años los investigadores han
encontrado que fuertes disminuciones en la función olfativa pueden ser
un signo temprano de demencia o de Parkinson. Pero ahora, un nuevo estudio
muestra que la reducción del sentido del olfato también está relacionada con un
mayor riesgo general de muerte.
Un equipo de investigadores examinó pruebas olfativas realizadas a más de 2.200 personas entre los 71 y 82 años de edad en los años
1999 y 2000 como parte de un estudio del Instituto Nacional sobre el
Envejecimiento de Estados Unidos. Cada participante olió 12 aromas comunes y se
les pidió que eligieran el olor probable de una lista de cuatro posibilidades. Luego se
calificó a los olfateadores con una función olfativa buena, moderada o pobre.
Los resultados de salud de estos individuos fueron seguidos durante 13 años.
Después de compensar otros factores de salud como la edad o
el hábito de fumar, el equipo descubrió que las personas de edad avanzada con
un mal sentido del olfato tenían una probabilidad 46% mayor de morir dentro de los 10 años siguientes después de la prueba, que aquellas con un buen sentido del olfato. Aún más, el
sentido del olfato fue un predictor particularmente bueno de muerte para
aquellos que gozaban de buena salud al comienzo del estudio.
Entre aquellos con una puntuación de olfato calificada como
pobre y en buena forma física, la probabilidad de morir antes de 10 años fue
62% más alta que la de aquellos con una buena puntuación olfativa y física.
Al observar las causas de mortalidad de los 1.211
participantes que murieron en los 13 años que abarcó el estudio, alrededor del 28% del
aumento del riesgo puede explicarse por demencia, enfermedad de Parkinson y enfermedades
cardiovasculares. La enfermedad respiratoria y el cáncer no parecían estar
relacionados con el sentido del olfato.
Esto significa que el 72% del vínculo entre el sentido del
olfato y la muerte es inexplicable.
"No tenemos una razón para más del 70% del aumento del
riesgo", dice el autor principal del estudio, Honglei Chen, de la
Universidad Estatal de Michigan, "tenemos que averiguar qué pasó con estas
personas".
Mientras tanto, sugiere que los médicos deberían comenzar a
prestar más atención a los problemas olfativos. "Nos dice que en los adultos
mayores, el sentido del olfato deteriorado tiene implicaciones más amplias para
la salud más allá de lo que ya hemos conocido", dice. "La incorporación
de un examen de detección del olfato en las visitas de rutina al médico puede
ser una buena idea en algún momento".
Una de las hipótesis que los investigadores plantean es que
el bulbo olfativo es una de las primeras partes del cerebro en sufrir daños por
el Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos. Los primeros experimentos a
pequeña escala realizados por el neurólogo William Kreisl muestran que un
fuerte sentido del olfato a menudo puede descartar el mal de Alzheimer, pero un
mal olfato puede estar relacionado con muchas enfermedades, como la enfermedad
de Parkinson, el Alzheimer o la de Huntington.
Referencia:
https://annals.org/aim/article-abstract/2732078/relationship-between-poor-olfaction-mortality-among-community-dwelling-older-adults
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