“Inflamación crónica” se ha convertido en uno de los términos más sustanciales en la ciencia médica actual, ya que dicha condición es señalada como culpable de causar o agravar patologías que van desde la alergia al Alzheimer, pasando por el cáncer o el autismo.
La última evidencia del rol de la inflamación en la
enfermedad se produjo hace un par de semanas, cuando un ensayo clínico global
de 10 mil pacientes que habían tenido ataques cardiacos anteriores, demostró que
un medicamento antiinflamatorio redujo su riesgo de nuevos ataques cardíacos o
accidentes cerebrovasculares. Un efecto secundario sorpresa: La droga también bajó
bruscamente el riesgo de cáncer de pulmón. Esto es una clara indicación del
papel de la inflamación crónica en estimular el crecimiento del cáncer.
¿Qué es la inflamación crónica?
La inflamación crónica es el resultado de un sistema
inmunológico hiperactivado (muy reactivo) o con un mal funcionamiento. Si el
sistema inmune desencadena por error una respuesta inflamatoria cuando no hay
amenaza presente, puede causar un exceso de inflamación en el cuerpo. También
podría deberse a un problema subyacente que el organismo está intentando
combatir.
Este exceso de activación inmune envía señales celulares
equivocadas a varias partes del cuerpo, lo que puede desencadenar o empeorar
condiciones como, por ejemplo, diabetes, Alzheimer o cáncer.
Inflamación y medicamentos
Hasta ahora, uno de los problemas para tratar la inflamación
crónica con medicamentos era que, si queremos bloquearla, podríamos también
estar bloqueando el mecanismo de defensa natural por el cual nos protegemos de
distintos virus, bacterias y otros organismos.
Otro obstáculo es que cada individuo responde de manera
diferente a los fármacos anti-inflamatorios, basado en parte, en su composición
genética, ya que cada fármaco tiene como objetivo un aspecto diferente de las
muchas vías inflamatorias del cuerpo.
Lo bueno es que la ciencia está empezando a ver una
diversificación y especificación de tratamientos que persiguen las distintas
vías inflamatorias.
Un caso claro ocurre con las personas que tienen VIH, estos
individuos son tratados con
antirretrovirales estándar, que a menudo son exitosos en
mantener la infección a raya. De todos modos, fragmentos residuales del virus
continúan flotando en su torrente sanguíneo y constantemente perturban al
sistema inmunológico, aumentando la inflamación crónica. Con el tiempo, esta
inflamación causa exceso de coagulación de la sangre, y en última instancia, eleva
sustancialmente el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Pero un estudio está llevando a cabo una prueba piloto,
utilizando un fármaco derivado de la saliva de garrapata destinado a prevenir
la coagulación de la sangre. (Las garrapatas y otros insectos de este tipo
tienen anticoagulantes naturales en su saliva para que les sea más fácil beber
y digerir la sangre de la que dependen para su alimentación).
La investigación encontró que el fármaco logró atenuar la coagulación
anormal de la sangre y también la híperactivación inmune. Los investigadores
ahora esperan crear una droga que pudiera no sólo ser útil para la coagulación
y la inflamación en el HIV, sino también en otras varias enfermedades, por
ejemplo, la hemorragia que ocurre en el Ébola.
Investigaciones similares a las del HIV, se están llevando a
cabo también con otras patologías como la diabetes, el Alzheimer, la depresión
y problemas cardíacos.
¿Es evitable la inflamación?
Sí, de hecho existen una serie de factores que aumentan
considerablemente el riesgo de inflamación crónica, por ejemplo, fumar, una
mala alimentación, obesidad, estrés, infecciones mal tratadas, antecedentes
familiares de enfermedad cardíaca o diabetes mal controlada.
Otro punto importante es como podemos reducir la inflamación
crónica del organismo, por ello, veamos 8 consejos básicos para reducir la
inflamación crónica del organismo.
1.) Consumir omega-3: dicho consumo debiera ser mediante
alimentos, no con suplementos. Los alimentos más ricos en omega-3 son semillas
de lino, cacahuates (o maníes), aceite de oliva, nueces y algunos pescados como
sardinas, atún, anchoas, salmón o caballa.
2.) Alimentación saludable: existen algunos alimentos que
contribuyen a la inflamación, estos son las grasas trans, los fritos
y el azúcar (según algunos estudios, el azúcar es el alimento que provoca más inflamación). Por tanto, se tienen que evitar consumir productos de este tipo.
3.) Practicar ejercicios regularmente: los ejercicios, sobre
todo los aeróbicos (caminar, correr, andar en bicicleta, etc.), son otra manera
de disminuir la inflamación.
4.) Niveles de
insulina: Si el nivel de insulina en ayunas es menor que 3, considere limitar o
eliminar el consumo de granos y azucares hasta que haya optimizado su nivel de
insulina
5.) No fumar: el tabaquismo endurece las arterias, lo que
aumenta la inflamación. Sin embargo, es posible revertir estos efectos cuando
deja de fumar por diez años. También debe asegúrese de hacer cambios en la
dieta, para no caer en la trampa de reemplazar el tabaco por alimentos poco
saludables.
6.) Controlar el tamaño de su cintura: en el caso de las
mujeres la medida ideal de la cintura es de 81 centímetros , para
los hombres 87
centímetros . En caso de excederse en estas medidas, es
probable que tenga niveles elevados de inflamación, por lo que debería perder
peso.
7.) Eliminar el estrés: Niveles elevados de cortisol
(hormona del estrés) pueden desencadenar la liberación de sustancias químicas
inflamatorias. Por tanto, es importante eliminar o aminorar el estrés. La
meditación, por ejemplo, es una interesante técnica para tratarlo.
8.) Vitamina D: Esta vitamina es de gran impacto para la
salud. La mayor fuente de vitamina D es exponiendo la piel a los rayos solares,
ya que el cuerpo la produce naturalmente de esa forma. Muy pocos alimentos
contienen esta vitamina de manera natural, es por eso que muchos son
fortificados o enriquecidos con ella.
Algunos pescados como el salmón, atún y caballa contienen
buenos niveles de vitamina D. El hígado de res, los champiñones y las yemas de
huevo aportan pequeñas cantidades.
Referencias:
https://www.statnews.com/2017/08/27/novartis-inflammation-lung-cancer/
http://stm.sciencemag.org/content/9/405/eaam5441
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