Como poner fin al hambre por ansiedad y estrés


Mucha gente que tiene algunos kilos de más, hace cualquier cosa con tal de deshacerse de ellos. Existen muchos tipos de dietas.
En muchos casos las personas están sometidas a estados de ansiedad o estrés, lo que hace aún más difícil un tratamiento exitoso o simplemente no seguir aumentando de peso.
Veamos que podemos hacer en estos casos.




Todas las personas que quieren perder peso deberían grabarse esto en la cabeza: es prácticamente imposible perder peso con éxito, sin tener en cuenta su estado mental.

El comer por ansiedad es cuando se come a causa de estados estresantes en lugar de hambre y es un factor importante en el sobrepeso y obesidad de mucha gente.
Se puede comer para aliviar el cansancio, para recompensarte a ti mismo, para disipar sentimientos de ira o tristeza o para calmar la angustia.
Si usted padece de 'hambre emocional', los alimentos a los que normalmente recurre son altos en grasa, calorías y carbohidratos.
Cuando se está comiendo por razones emocionales, no va a sentir antojo de verduras o proteínas magras, usted querrá seguramente, comida como helados o postres dulces.

El hecho de comer alimentos ricos en azúcar y grasa, todo el mundo lo hace de vez en cuando, pero si es así como trata de reducir el estrés y mantener el estado de ánimo, entonces va a ganar peso o estropear cualquier esfuerzo que esté haciendo para perderlo.


Como saber si usted es un comedor emocional

  • ¿Se siente a menudo estresado, deprimido, ansioso o agotado?
  • ¿El deseo de comer aparece de repente y es urgente?
  • ¿El consumo es subconsciente, como comer una bolsa entera de papas fritas mientras mira televisión?
  • ¿No deja de comer cuando está lleno?
  • ¿Su alimentación le provoca culpa, a menudo siente remordimientos después de comer? 


5 consejos para fomentar la alimentación consciente:

  1. Incorporar cambios sencillos en el estilo de vida, siempre tener a la mano alimentos saludables y hacer ejercicio, como caminar, en una parte regular de su día. Aprovechar el poder de la música para alterar su estado de ánimo, en lugar de ajustarlo con la comida.
  2. Mantenga un diario. Deje fluir su creatividad y escriba sus pensamientos, sueños y emociones. El diario es una salida valiosa para sus sentimientos, está comprobado que las personas que llevan un diario en las que cuentan sus vivencias, están sometidas a menos estrés, ya que el escribir se transforma en un caño de escape de la ansiedad.
  3. Practicar meditación y técnicas de respiración profunda. La meditación tiene el poder de aliviar el estrés, hace que la persona se centre más en sus metas.
  4. No espere hasta morirse de hambre para comer y luego devorar lo primero que cae en sus manos. Incorporar seis o incluso ocho pequeñas comidas saludables en horarios estipulados. Un plan para comer cada dos o tres horas, además sentarse y prestar atención a lo que está consumiendo, incluso si es sólo un huevo duro, un puñado de almendras o una manzana.
  5. Hágase estas preguntas para reemplazar el hambre emocional con el "comer consciente”: ¿Estoy realmente hambriento o tengo otro sentimiento? ¿Estoy deprimido o ansioso y lo que necesito es una recompensa? ¿Hay una manera distinta de comer para hacer frente a estos sentimientos?


Para terminar

Si las dietas no le han dado resultado en el pasado, quizás se deba a que el contacto con las emociones lo impulsan a comer en exceso, posiblemente sea hora de tener en cuenta algunas prácticas que hemos indicado en este artículo, en lugar de seguir luchando contra su “hambre emocional”.