Mucha gente piensa que los refrescos dietéticos son alternativas saludables a las bebidas azucaradas. Sin embargo, cada vez más investigaciones sugieren que dichos refrescos, llamados light o diet, pueden tener importantes desventajas para nuestra salud y ni siquiera proporcionar el beneficio por el que las personas recurren a ellos, como la pérdida de peso.
Dada la popularidad generalizada de estas bebidas, este tema
merece una atención más específica. Casi la mitad de los adultos y un 20% de
los niños en los países industrializados consumen edulcorantes artificiales, y
la mayoría lo hacen diariamente. Las bebidas dietéticas constituyen una parte
importante de dicha ingesta.
La evidencia más fuerte hasta ahora vincula a la ingesta
regular de refrescos dietéticos con afecciones cardiovasculares, como accidente
cerebrovascular (ACV) y ataque cardíaco, así como la diabetes tipo 2 y obesidad
(estos dos últimos también son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares).
Por ejemplo, un estudio ampliamente reportado de más de 4 mil personas mayores de
45 años, encontró que aquellos que bebían uno o más refrescos "diet" todos los días tenían tres veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular,
que quienes no consumían este tipo de
bebidas. La investigación se publicó en la revista “American Heart
Association”.
También, tres grandes estudios publicados entre 2007 y 2009
encontraron que las personas que bebían refrescos "light" regularmente tenían
más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 y un 40% más riesgo de
desarrollar síndrome metabólico, una variedad de problemas de salud que podrían
aumentar el riesgo de la diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca y accidente
cerebrovascular.
Otros dos estudios a partir de 2012 reforzaron aún más estos
resultados: los investigadores relacionaron el consumo diario de bebidas
dietéticas con un riesgo aproximadamente del 45% mayor de ataque cardíaco,
accidente cerebrovascular y muerte temprana en un estudio en el que
participaron unas 2600 personas. Además, también observaron un aumento del 30%
en el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico, un tipo menos común de
accidente cerebrovascular en el que un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro
del cerebro.
Otro estudio publicado en Plos One en 2014 encontró que
aquellas personas que bebían más de una lata de bebida diet cada día, eran más
propensas a ser diagnosticadas con depresión.
Una razón por la cual los científicos dudan decir
definitivamente que los refrescos "light" son malos para la salud, es que no están seguros de que manera aumentan
el riesgo de las enfermedades. Sin embargo, se cree que los edulcorantes
artificiales pueden dañar los vasos sanguíneos, esto explicaría el patrón común
que se observa en personas que consumen este tipo de bebidas en cuanto a
padecer enfermedades como diabetes y accidentes cerebrovasculares.
Algunos estudios también han sugerido que los edulcorantes
artificiales en refrescos pueden causar inflamación, una condición a menudo
asociada con enfermedades del corazón.
También es posible que los edulcorantes artificiales
comúnmente usados en estos refrescos puedan "engañar" al cerebro con
antojos de alimentos ricos en calorías, que conduzcan al aumento de peso. Además
se cree que pueden causar cambios en los niveles hormonales o en las bacterias
intestinales, las cuales desempeñan un papel fundamental en el peso y en el
manejo de la insulina. Por ejemplo, una investigación publicada en la revista Nature
en 2014 encontró que los edulcorantes artificiales alteraban las bacterias
intestinales, aumentando el riesgo de intolerancia a la glucosa, una condición
que a menudo precede a la diabetes.
Qué hacer
En general, lo mejor es evitar los refrescos tanto azucarados como dietéticos por completo. Por ejemplo, poco después de que el edulcorante
artificial aspartamo apareció en el mercado a finales de la década de 1990, una
de las mayores quejas que recibió la
FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos) se refería a dolores de cabeza. Ningún estudio científico ha demostrado
que el aspartamo o las gaseosas diet causen dolores de cabeza, pero una
revisión de la evidencia publicada en “The Clinical Journal of Pain” en 2009
sugiere que este edulcorante podría desencadenar o empeorar las cefaleas en
aquellas personas que ya eran susceptibles a las migrañas.
Al final, consumir ocasionalmente este tipo de bebidas (con
azúcar o edulcorantes) no está mal. Pero para su consumo diario, lo mejor es
beber agua, lisa y llanamente. Y si encuentra aburrido beber agua, pruebe
agregándole una rodaja de limón.
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