Un reciente estudio sugiere que el efecto del ejercicio físico sobre el síndrome metabólico se puede mejorar mediante concentraciones de vitamina C en el plasma. Por lo tanto, se examinó el efecto combinado de la actividad física y una dieta rica en vitamina C en el riesgo de síndrome metabólico.
¿Qué es el síndrome metabólico?
El síndrome metabólico describe un grupo de factores que
aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y
diabetes. La palabra metabólico se refiere a los procesos bioquímicos que
ocurren normalmente en el cuerpo. Los problemas surgen cuando hay condiciones, patologías
o hábitos que generan un desfasaje en dichos procesos y aumentan las
probabilidades de desarrollar una enfermedad.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Una cintura grande: las personas que tienen obesidad abdominal presentan mayores niveles de riesgo que una persona con exceso de grasa en otras partes del cuerpo o sin exceso de peso.
- Triglicéridos altos: Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en el torrente sanguíneo y en el tejido adiposo. Su exceso (más de 150 mg/dL) podría representar un riesgo de alguna de las enfermedades asociadas con el síndrome metabólico.
- Presión arterial alta: Cuando la sangre ejerce más presión que lo normal contra las paredes de las arterias, éstas podrían sufrir un daño.
- Colesterol: Las personas con bajos niveles de colesterol HDL (menos de 40 mg/dL en hombres y de 50 mg/dL en mujeres), tienden a tener mayor acumulación de grasa en las arterias debido a que este tipo de colesterol es, precisamente, el que las limpia.
- Azúcar en la sangre: Una señal temprana de diabetes son los niveles altos de glucosa en la sangre por encima de 100 mg/dL en ayunas.
Para ser diagnosticado con síndrome metabólico es necesario
tener, al menos, tres de estos síntomas.
La genética (antecedentes familiares de síndrome metabólico)
también puede representar un factor de riesgo. La edad también juega un papel
ya que a mayor edad, mayor son las probabilidades de padecerlo.
En general, una persona con síndrome metabólico es probable
que sea un individuo con sobrepeso u obesidad y no realice ningún ejercicio
físico. En el mundo desarrollado se calcula que cerca del 25% de las personas
lo padecen.
El estudio
Los investigadores tomaron los resultados de más de 22 mil
personas mayores de 20 años a partir de una investigación sobre evaluación de
nutrición realizada en Corea del Sur. Los participantes fueron clasificados en
cuatro grupos en función de sus niveles de actividad física y dieta. Concretamente
el consumo de vitamina C se evaluó mediante un recordatorio cada 24 horas.
Los investigadores encontraron que la actividad física es
muy beneficiosa, al igual que la vitamina C, pero eran aún más eficaces cuando
se las combinaba, es decir, los autores del estudio observaron que las personas
que consumían buenos niveles de vitamina C y realizaban alguna actividad física
aeróbica (caminar, correr, andar en bicicleta, etc.) presentaban un menor
riesgo de padecer síndrome metabólico.
Este no es el primer estudio que establece un vínculo entre
el síndrome metabólico y vitamina C. Otra investigación realizada en 2012 por la Universidad de Reading
(Reino Unido) determinó que las mujeres con altos niveles de vitamina C, eran
menos propensas a padecer síndrome metabólico. En concreto, aquellas mujeres que
tenían buenos niveles de esta vitamina mostraban un 21% menos de probabilidades
de padecer síndrome metabólico. Es interesante saber que los niveles de
vitaminas no afectaron a los hombres de la misma manera.
Un tercer estudio del año 2009, que analizó la ingesta de
antioxidantes en personas que recibían chequeos regulares, ya había determinado
que la baja ingesta de vitamina C conducía al síndrome metabólico, y que el
selenio tiene un efecto beneficioso moderado.
Conclusión
La actividad física y la ingesta dietética de vitamina C
están asociadas a un menor riesgo de síndrome metabólico. Los resultados
sugieren, además, que una combinación de estos dos factores puede ayudar a prevenir con mayor eficacia esta patología.
Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26980481
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