4 enfermedades que se confunden con la depresión y ocasionan un mal diagnóstico

depresión

Una cita de Mark Twain dice “no es lo que usted sabe lo que lo mete en problemas, es lo que sabe con certeza pero que no es cierto”. O sea, creer en algo incorrecto con todas sus fuerzas. Este tipo de error también puede implicar a su salud.


Un diagnóstico erróneo común

La enfermedad mental es a menudo difícil de diagnosticar, sobre todo porque existen pocas pruebas fisiológicas para ayudar a los profesionales a realizar un diagnóstico. La diabetes se diagnostica mediante un análisis de sangre, un cáncer se puede diagnosticar a través de una biopsia. Sin embargo, la enfermedad mental se diagnostica, en gran medida, a través de comprobación de síntomas auto-reportados. 
Por esta razón, las enfermedades mentales, como la depresión, a veces son mal diagnosticadas. Por ejemplo, una investigación en 2012 de la Universidad de Maryland halló que el 30% de los pacientes diagnosticados con depresión no cumplía los criterios de diagnóstico para dicha enfermedad. Y que sólo el 47% de los casos estaba correctamente diagnosticado. Es decir, muchas personas son diagnosticadas con depresión cuando realmente no la padecen. Lo que ocurre aquí es que el médico puede confundir los síntomas de otra patología. Veamos cuatro enfermedades muy comúnmente confundidas con depresión.


1.) Trastorno bipolar

Al igual que la depresión, el trastorno bipolar implica períodos de decaimientos intensos. Durante estos bajones, las personas experimentan los mismos síntomas que en una depresión. Pueden sentirse sin esperanza, sin valor o incluso con pensamientos suicidas. Pero a diferencia de la depresión, las personas con trastorno bipolar también experimentan períodos buenos, en que se sienten seguros y productivos. A veces esta fase maníaca es tan agradable que las personas con este trastorno son incapaces de reconocer que es parte de una enfermedad, por lo que sólo buscan ayuda durante sus períodos de desasosiego.  
De acuerdo con un estudio de la Sociedad Británica de Psiquiatría, alrededor del 20% de las personas con trastorno bipolar son erróneamente diagnosticadas con depresión y algunas de estas personas tardan más de 10 años en recibir el diagnóstico correcto. Pero reconocer la diferencia entre trastorno bipolar y depresión es de vital importancia debido a que los medicamentos utilizados para tratar la depresión a menudo pueden empeorar los síntomas de trastorno bipolar.


2.) Hipotiroidismo

En esta patología, la glándula tiroides no libera una cantidad suficiente de hormonas. Debido a que estas hormonas son necesarias para diferentes funciones del cerebro y el cuerpo, las personas con este trastorno suelen experimentar fatiga, disminución de la concentración y malhumor, todas características típicas de la depresión. Las investigaciones arrojan que casi la mitad de las personas con algún problema de tiroides no son conscientes de su condición. En cambio, muchos creen erróneamente que su fatiga y pérdida de concentración es producto de un estado depresivo.
Sin embargo, a diferencia de la depresión, las personas con hipotiroidismo son demasiado sensibles a las temperaturas frías y pueden sentir frío todo el tiempo. También son más propensas a experimentar sequedad en la piel, pérdida de cabello y una voz más ronca. El hipotiroidismo puede ser diagnosticado correctamente a través de un simple análisis de sangre, y el tratamiento requiere solamente de una pastilla al día.


3.) Diabetes

Muchas personas pueden desarrollar diabetes tipo 2 y no saberlo. En este caso, pueden encontrarse de repente con una pérdida de peso, sensación de fatiga e irritabilidad creciente. Debido a que todos estos síntomas también se asocian con la depresión, puede ocasionar confusión. Un precursor de la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina, se ha relacionado significativamente con la depresión.
Las personas con esta enfermedad también están en riesgo de padecer una condición llamada “angustia diabética”, que tiene síntomas muy similares a la depresión.
Una investigación del año 2014 encontró que las personas diagnosticadas con diabetes y depresión, experimentaron una reducción en los síntomas de la depresión después de controlar su diabetes. En otras palabras, sus síntomas no se debían a la depresión, sino al estrés de vivir con diabetes.


4.) Síndrome de fatiga crónica

También conocida como encefalomielitis miálgica, esta condición se caracteriza por un cansancio extremo que no tiene una causa aparente. Este síndrome también implica la dificultad para concentrarse, dolor muscular, problemas de sueño, y una vez más, todos son síntomas asociados con la depresión. Es por esta razón que esta patología es mal diagnosticada con tanta frecuencia.
Un estudio publicado en la revista “Journal of Clinical Psychiatry” encontró que el síndrome de fatiga crónica estaba mal diagnosticado en casi el 80% de las personas que la padecían, siendo la depresión el diagnóstico erróneo más común.
Afortunadamente, hay al menos una clara diferencia entre la depresión y la encefalomielitis miálgica, y es que las personas con depresión se muestran desinteresadas en sus aficiones, mientras que aquellos que padecen fatiga crónica pueden querer participar en distintas actividades, a pesar de su falta de energía.


Para terminar...

La depresión es una enfermedad grave que afecta a millones de personas. La mayoría de las personas que son correctamente diagnosticadas con esta condición, les es posible recuperarse con el tratamiento adecuado. Aún así, un diagnóstico erróneo siempre es posible.
Si está recibiendo tratamiento para la depresión, pero no se siente mejor, es probable que tenga un trastorno con síntomas similares. Es ampliamente recomendable antes de comenzar un tratamiento contra la depresión, hacer un análisis de sangre para descartar algunas condiciones con las que se suele confundir, como el hipotiroidismo o la diabetes.


Referencias:
http://care.diabetesjournals.org/content/33/5/1128
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2292451/


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