Los estudios iniciales muestran que una molécula que se encuentra en el té verde podría reducir la acumulación de placa en el interior de las arterias.
Una sustancia que se encuentra en el té verde podría ayudar a los científicos a encontrar nuevas formas de reducir el riesgo de ataques al corazón, sugiere la investigación.
El estudio encontró que una molécula en el té verde,
conocida como EGCG (epigalocatequina-3-galato), puede unirse a una proteína que
se encuentra en las placas ligadas a la enfermedad de la arteria coronaria y,
en determinadas circunstancias, la hace más soluble.
Aunque los expertos dicen que este descubrimiento
podría abrir nuevas posibilidades en el desarrollo de moléculas para hacer
frente a los depósitos dentro de los vasos sanguíneos que contribuyen a la
enfermedad arterial coronaria, afirman que todavía no está claro que
cantidad té verde podría ayudar a contrarrestar esta patología. El profesor David Middleton,
coautor del estudio de la Universidad de Lancaster dijo:
"Lo que estamos diciendo es que tenemos que mirar esta
molécula más cuidadosamente y descubrir formas en que podamos adaptarla para
que sea más efectiva para el organismo cuando se consume con el té (u otras
formas de administrarla), para incidir eficientemente en las placas".
Anteriormente se había demostrado que el EGCG afectaba la
arquitectura de las proteínas que componen las placas relacionadas con la
enfermedad de Alzheimer.
En el paper de dicho estudio, investigadores de la
Universidad de Leeds y la Universidad de Lancaster describen cómo buscaron
explorar el efecto del té verde en la apoA-I, una proteína que es un componente
clave del llamado HDL “colesterol bueno”:
"Una cierta cantidad de la proteína existe por sí misma
y este parece ser el caso en particular a medida que envejecemos", dijo
Middleton, agregando que en ciertas circunstancias la proteína puede plegarse
mal y formar fibras finas que se acumulan en las placas dentro de las arterias.
El investigador agrega que se piensa que la añadidura de estas fibras hace que
las placas sean más propensas a romperse, lo que aumenta el riesgo de ataques
cardíacos y derrames cerebrales.
Después de una prueba, los investigadores hallaron EGCG unido a las fibras finas de la proteína. Además, el EGCG parecía descomponer dichas fibras en formas más pequeñas que eran solubles.
El estudio fue recibido con cautela por los expertos que
señalaron que tener una dieta balanceada, no fumar, no consumir alcohol y practicar
deportes, entre otras alternativas, son las principales formas en que las
personas pueden reducir el riesgo de enfermedad arterial coronaria.
"La investigación es muy temprana", dijo el
profesor Naveed Sattar de la Universidad de Glasgow. "Hemos experimentado
antes con agentes novedosos en alimentos y bebidas que pueden disminuir algunos
riesgos para la salud pero, hasta la fecha, pocas cosas han llevado a avances
reales."
El Dr. James Brown, profesor de biología y ciencias
biomédicas en la Universidad de Aston, también fue cauteloso, señalando que
"el cuerpo descompone los componentes del té verde, y todavía no tenemos claro cuánta cantidad de EGCG
termina en la sangre".
Referencia:
http://www.jbc.org/content/early/2018/05/31/jbc.RA118.002038.abstract
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