Triglicéridos: lo que hay que saber



Los triglicéridos son moléculas grasas de triple cadena que circulan por la sangre y también se almacenan en el tejido graso.
Recibe el nombre de su estructura química.
 Un alto nivel de triglicéridos en la sangre (el cual se conoce como 'hipertrigliceridemia') se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades al corazón y ataques cerebro-vasculares.



 Después de ingerir comida, el organismo digiere las grasas de los alimentos y libera triglicéridos en el torrente sanguíneo, estos son transportados a todo el organismo para dar energía o para ser almacenados como grasa.
El hígado también produce triglicéridos y cambia algunos a colesterol, también puede cambiar cualquier fuente de exceso de calorías en triglicéridos.


Niveles normales de triglicéridos

La única forma de saber el nivel de los triglicéridos es con la realización de un análisis de sangre.
Los niveles de triglicéridos varían según la edad de la persona, también depende de qué tan reciente ingirió alimentos antes del examen.
En lo posible no comer en las 12 horas previas al examen ya que esto le otorga mayor precisión.
El valor normal es de 150 mg/dL, para quienes sufren problemas cardiacos, los niveles deberían ser inferiores a los 100 mg./dL.
Si el colesterol tiene un valor normal, un nivel elevado de triglicéridos no debería ser un factor de riesgo de enfermedad cardiaca, pero sí puede ser riesgoso al asociarse con diabetes y pancreatitis.

El examen es importante para quienes tienen antecedentes familiares de triglicéridos altos, ya puede ser hereditario, en  estos casos lo más recomendable es hacer un control de los niveles de lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) y de triglicéridos.
  
Si los triglicéridos están muy altos durante un período prolongado de tiempo, pueden ocasionar enfermedades en el páncreas, el hígado y el bazo, así como provocar depósitos de grasa en la piel, o lo peor: un ataque cardíaco o un accidente cerebro-vascular.


 Que causan los altos niveles de triglicéridos

La principal fuente de triglicéridos altos es la dieta… sobretodo alimentos con alto contenido de grasas saturadas: carne roja, queso, leche entera, mantequilla, bollería industrial, alimentos procesados, etc.
Está comprobado que el consumo de alcohol aumenta los niveles.
Ser obeso también es un factor que incide.
Medicamentos como esteroides, diuréticos, píldoras anticonceptivas y bloqueadores betas que pueden causar un incremento en los niveles de triglicéridos de la sangre.
Algunos estudios indican que altos niveles de estrés  y depresión, aumentan los triglicéridos.
La edad de la persona también es un factor a tener en cuenta, las personas mayores tienen más posibilidades de tener triglicéridos altos.
Otro punto importante, como ya mencionamos, es la herencia, ya que la hipertrigliceridemia puede ser hereditaria.


Tratamiento para bajarlos.

Los triglicéridos no deben alcanzar niveles peligrosamente altos, para lo cual hay hábitos para evitar ésta situación.
Por ejemplo una dieta saludable para evitar su desequilibrio o para reducirlos, según el caso, ayudará a reducir los triglicéridos antes que generen cualquier daño.
Las mujeres deben tener en cuenta que las pastillas anticonceptivas también pueden elevar los niveles de triglicéridos, por lo que hay que evaluar su uso con el médico de cabecera.
El consumo excesivo de alcohol puede ser motivo o causa de niveles elevados en los triglicéridos, en general una dieta de bajo contenido graso y alta en carbohidratos, es una buena dieta para reducir los triglicéridos.
Es muy importante es hacer hincapié en la fibra y granos enteros, ya que el tipo de fibra soluble que podemos encontrar en la avena y los frijoles, se ha comprobado que los reduce.
Investigaciones recientes indican que un mayor consumo de pescado graso, está asociado a la reducción de los niveles de triglicéridos en la sangre, ya que el consumo en ácidos grasos omega-3 (DHA   y EPA), conlleva niveles saludables de grasa en la sangre.

Si aún vigilando la dieta, el peso, la toma de anticonceptivos en caso de las mujeres, los niveles de triglicéridos continúan elevados, lo mejor es indicar una medicación, las drogas más utilizadas, en este caso son el ácido nicotínico, el fenofibrato y el gemfibrozilo.



La imprescindible vitamina C

Si quieres reducir las posibilidades de sufrir una gripe o un resfriado, si deseas disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares, mejorar los niveles de colesterol y además tener los tejidos sanos y protegerte contra el cáncer... entonces debes consumir alimentos ricos es Vitamina C (también conocida como ‘ácido ascórbico’). 
Como nuestro cuerpo no puede almacenar esta vitamina, es muy importante que nutras al organismo de ella diariamente, a través de una buena alimentación.






Potente antioxidante:  La vitamina C  es un poderoso antioxidante. Esto significa que puede eliminar los radicales libres que se generan en nuestro organismo y que producen el envejecimiento, bajadas del sistema inmunológico y, en definitiva, muchas enfermedades. 

 Ayuda al sistema inmune:  La vitamina C aumenta las defensas de nuestro organismo ayudando a prevenir muchas enfermedades. Además es un potente antihistamínico natural que previene y combate enfermedades tan comunes como el resfriado. Pero también lucha contra bacterias, virus e infecciones. 

Regula la presión sanguínea:  También es un excelente regulador de la presión sanguínea, de tal forma que ayuda a prevenir el colesterol alto, la arteriosclerosis, los problemas de corazón en general.

Ayuda en los problemas de visión:  También se ha encontrado un beneficio en el problema de las cataratas. Un problema muy común en la vista al llegar a la tercera edad.  En particular, la vitamina C colabora en la irrigación sanguínea de la vista. 


 La carencia de vitamina C conduce a debilidad muscular, inflamaciones, sangrado de las encías, caída de los dientes, cansancio y depresión.


Alimentos ricos en vitamina C:

 Por suerte, este nutriente esencial está presente en muchísimos alimentos. 
Casi todas las frutas y verduras son fuentes de vitamina C.
Entre las frutas tenemos: kiwi, limón, mandarina, naranja, pomelo, sandía,  ananá, guayabas y fresa (frutilla).
Mientras que en las verduras se encuentran: el brócoli, coliflor, perejil, espinaca, col y apio.

Si bien en menor cantidad, esta vitamina se hace presente también en los siguientes alimentos: tomate, manzana, banana, zanahoria, pera, uvas, rábanos, chiles, orégano,  cebolla, ajo, pimienta y albahaca.



¿Que dosis diaria debo consumir?

Las dosis de Vitamina C recomendadas son de 90 mg al día para hombres y 75 mg al día para mujeres (como ejemplo podemos decir que una naranja mediana contiene aproximadamente 60 mg)
De cualquier forma lo mejor es consultar de forma individual a nuestro médico respecto a estos valores y la posibilidad de consumir suplementos de vitamina C en caso de ser necesario.
 Si bien el excedente de Vitamina C que el organismo no asimile, simplemente es expulsado sin causar efectos indeseables, nuestro médico nos podrá indicar la dosis adecuada. 



La paradoja australiana: La relación entre azúcar y obesidad

Siempre se ha afirmado que las bebidas azucaradas es lo primero que hay que dejar de tomar para poder perder peso. Pero la realidad parece no estar tan en sintonía con esta afirmación, ya que en un reciente estudio en Australia, hecho en la Universidad de Sidney ha demostrado que la relación azúcar-obesidad no parece tener tanto impacto, si de ganar kilos hablamos...







A finales de los años 80 el gobierno australiano comenzó una cruzada contra la obesidad en dónde se atacaron fuertemente el consumo de bebidas gasificadas dulces, ya que según los especialistas, eran ese tipo de bebidas las grandes culpables de la pandemia de obesidad que se estaba produciendo en el país.

Varios años después y con el nombre de “La paradoja australiana” se dieron a conocer los resultados de una investigación realizada entre 1988 y 2003 en la que se muestra como se produjo un descenso del consumo de azúcar y sobretodo de bebidas azucaradas en la población australiana mientras que al mismo tiempo el porcentaje de obesidad se multiplicó por tres.


Como es posible

Siempre creímos que había una relación directa entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad, pero en este estudio y en otros que se han realizado en Estados Unidos e Inglaterra, han tenido resultados similares, esta relación no parece tener tanto impacto como se imaginaba.
Esto nos trae una nueva interrogante... porque si el azúcar no es, en realidad el responsable de la obesidad ¿Qué es lo que provoca que tanta población sufra de exceso de peso?


Lo que concluye el estudio

Los especialistas que realizaron la investigación llegaron a la conclusión que el consumo de azúcar no tiene tanto impacto en la obesidad como se creía, sino que hay otros factores que son realmente los verdaderos “culpables” de esta pandemia que hoy asola, no solo a Australia sino a gran parte de los países del mundo occidental.


Estas serían las principales causas:

1. Genéticas: en los cromosomas existen unos genes responsables de generar leptina, sustancia que a través de la sangre llega al hipotálamo al centro de la saciedad, para provocar la perdida del apetito y estimular el sistema nervioso simpático, encargado de quemar energía. Si estos genes se alteran, la leptina no se produce. Los genes que contienen las proteínas transportadoras de la leptina al cerebro también pueden estar alterados. Las personas que heredan estos genes siempre tienen hambre y gastan menos energía(30%).

2. Neuroendocrinológicas:
  • Hipotiroidismo
  • Hiperinsulinemia (diabetes mellitus tipo 2)
  • Síndrome de Cushing
  • Alteraciones del hipotálamo: tumor, cirugía, traumatismo, inflamación.
  • Síndrome de Stein-Leventhal (ovario poliquístico)

3. Obesidad por inactividad física

4. Uso de medicamentos: Fenotiacinas, Antidepresivos tricíclicos, Litio, Ciproheptadina, Cortisona, Antihistamínicos, Anticonceptivos, Glucocorticoides, Hidracidas

5. Reacción a situación emocional conflictiva

6. Termogénesis: La termogénesis es el proceso de producción de energía en el cuerpo causada directamente por la metabolización de los alimentos consumidos. La termogénesis alimentaria se ve influida por factores relacionados con la composición de los alimentos y el estado físico del individuo.

7. Expansión de la llamada “comida chatarra”: y el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas en general.