Las mismas bacterias que causan la formación de placa bacteriana en las encías, pueden pasarse de la boca al flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de un infarto.
Ésa conclusión es parte de una investigación presentada durante la conferencia anual de la Sociedad de Microbiología General, que se celebra en Nottingham, Inglaterra.
Según científicos británicos e irlandeses, esta bacteria -un estreptococo- deposita en la corriente sanguínea una proteína que forma coágulos e inflamación en las arterias que pueden bloquear el abastecimiento de oxígeno al corazón.
Desde hace tiempo se sabe que existe un vínculo entre los problemas de las encías y del corazón, pero hasta ahora no estaba claro si esto se debía a que una mala salud oral reflejaba el bienestar general de una persona.
A principios de este año, un estudio llevado a cabo en Escocia con más de 11.000 personas descubrió que quienes no se cepillaban los dientes dos veces al día tenían un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
Ahora, los investigadores de la Universidad de Bristol, Inglaterra, y del Colegio Real de Cirujanos en Irlanda, creen haber encontrado la causa de este vínculo.
Arma de protección
Según el profesor Howard Jenkinson, quien dirigió el estudio, el estreptococo que se encarga de formar placa y provocar infecciones de la encía como gingivitis y periodontitis puede causar estragos si no se lo previene con la higiene dental regular.
"La mala higiene dental puede conducir a sangrado de las encías, lo cual ofrece a la bacteria una ruta de escape hacia la corriente sanguínea, donde puede iniciar la formación de coágulos que conducen a enfermedades del corazón", expresa el investigador.
El estreptococo vive comúnmente en la boca, confinado en comunidades llamadas biopelículas, las cuales son responsables de la placa dental y de infecciones como la gingivitis y la periodontitis.
Si se escapa de estas comunidades y entra en el torrente sanguíneo, la bacteria puede utilizar una proteína llamada PadA como un arma para forzar a las plaquetas de la sangre a unirse a ella y formar coágulos.
"Cuando las plaquetas se unen, pueden recubrir totalmente a la bacteria", explica el profesor Jenkinson.
"Esto le ofrece una capa protectora no sólo contra el sistema inmune, sino también de los antibióticos que se utilizan para combatir la infección".
"Lamentablemente, además de proteger a la bacteria, la unión de las plaquetas puede también causar pequeños coágulos, crecimientos en las válvulas cardíacas o inflamación de las arterias que pueden bloquear el abastecimiento de sangre hacia el corazón y el cerebro", agrega el investigador.
Importancia de la higiene
Según el profesor Jenkinson, este estudio muestra la importancia de una buena higiene dental.
"La gente necesita estar consciente de que, además de consumir una dieta equilibrada, controlar su presión arterial y sus niveles de colesterol y seguir un régimen de actividad física, también necesita mantener una buena higiene dental para minimizar el riesgo de problemas cardíacos", dice el científico.
El profesor Jenkinson y su equipo están ahora investigando cómo puede bloquearse la función de la proteína PadA, encargada de activar la unión de plaquetas.
"Este estudio eventualmente podría conducir a nuevos tratamientos para enfermedades cardiovasculares, que son las principales asesinas del mundo", expresa.
Otros expertos afirman que la investigación destaca la importancia de cepillarse los dientes dos veces al día, de restringir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas y de visitar al dentista regularmente para mantener una buena salud oral.
Según Cathy Ross, portavoz de la Fundación Británica del Corazón, además de estos factores hay otros aspectos que pueden tener un gran impacto en el corazón.
"Una dieta sana, no fumar y tener un régimen de actividad física pueden tener un enorme efecto para ayudar a reducir el riesgo general de las enfermedades cardiovasculares".