Los daños que causa el abuso de alcohol en nuestros órganos


Cuando se consume de forma responsable y con moderación, el alcohol puede ser disfrutado sin mayores consecuencias. Por desgracia, su abuso muchas veces se convierte en un grave problema dado los desastrosos efectos que tiene para la salud.


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Los efectos inmediatos incluyen un aumento en la concentración de alcohol en la sangre, que puede comenzar a los 10 minutos después del primer sorbo. Sin embargo, son los efectos a largo plazo por los que debiéramos estar más preocupados. Las investigaciones sugieren que el consumo excesivo de alcohol puede derivar en una variedad de diferentes tipos de cáncer, por ejemplo, de boca, esófago, garganta, hígado y mama.
También puede causar daños en casi todos los órganos principales del cuerpo, veamos los más importantes:


a) Corazón

Todos hemos escuchado últimamente que los estudios científicos atribuyen al vino una variedad importante de antioxidantes, propiciando un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Pero ¿qué ocurre cuando una copa se convierte en una botella? Con el tiempo, el consumo excesivo de alcohol comienza a debilitar el músculo cardíaco, esto tiene como resultado un flujo sanguíneo más irregular. Los alcohólicos y bebedores compulsivos sufren con frecuencia una condición conocida como cardiomiopatía (es cuando el corazón pierde su tonicidad muscular) como consecuencia de ello, se afecta la capacidad de bombear sangre al resto del cuerpo. Las personas diagnosticadas con cardiomiopatía tienden a experimentar falta de aire, arritmia, fatiga, tos persistente, entre otros problemas. El alcohol también puede aumentar el riesgo de hipertensión y de ataque al corazón.
  

b) Cerebro

Más allá de la clásica sensación inicial de euforia, el alcohol puede tener efectos muy perjudiciales sobre el cerebro. Al desacelerar la distribución de información entre los neurotransmisores, el etanol que se encuentra en las bebidas alcohólicas puede causar múltiples deterioros a distintas áreas del cerebro. Por ejemplo, un daño prolongado a los neurotransmisores puede resultar en cambios de comportamiento y de estado de ánimo tales como la depresión, estados de ansiedad, pérdida de memoria y convulsiones.
El alcoholismo combinado con la mala alimentación puede desencadenar en el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una forma de depresión que se caracteriza por la pérdida de memoria, alucinaciones, pérdida de coordinación muscular y una incapacidad para formar nuevos recuerdos.
El alcoholismo también es una de las causas del accidente cerebrovascular.


c) Hígado

Tendríamos que mirar el padecimiento de las personas alcohólicas para darnos cuenta lo que significa la función hepática para nuestro organismo. El hígado es esencial para la correcta digestión de alimentos, la absorción de nutrientes, el control de infecciones y la liberación de toxinas. La Organización Mundial de la Salud considera que casi la mitad de las muertes por causas hepáticas en el mundo, están relacionadas con el alcoholismo. Además, un tercio de los transplantes de hígado son resultado de enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol.
  

d) Páncreas

Al igual que lo que sucede con el cerebro, grandes cantidades de alcohol pueden confundir al páncreas causando que secrete encimas y las acumule internamente, en lugar de enviarlas al intestino delgado. Dicha acumulación a lo largo del tiempo puede ocasionar la inflamación de este órgano. Esta inflamación, también conocida como pancreatitis, puede ocurrir ya sea en forma de ataque repentino (pancreatitis aguda) o pancreatitis crónica que deteriora lentamente el páncreas, esto lleva a la diabetes e incluso a la muerte. Los síntomas de la pancreatitis aguda incluyen además dolor abdominal, náuseas, vómitos, aumento de frecuencia cardíaca, diarrea y fiebre.
  

e) Riñones

El efecto que el alcohol tiene sobre el hígado también puede propagarse a los riñones. Debido al efecto diurético que el alcohol tiene, en ocasiones los riñones no son capaces de hacer su trabajo, o sea, de regular el flujo y la composición de los fluidos corporales, incluido la distribución de sodio, potasio y los iones cloruro, esto a su vez puede alterar el equilibrio de los electrolitos. El consumo excesivo de alcohol también puede conducir a la hipertensión arterial, la segunda principal causa de insuficiencia renal.


f) Piel

Es asombrosa la cantidad de efectos nocivos que tiene el exceso de alcohol sobre la piel, por ejemplo el alcohol actúa sobre la vitamina A que acumulamos en el cutis, la consecuencia de esto es la pérdida de flexibilidad de la piel y la aparición de arrugas en forma temprana, además de la aceleración de producción de piel muerta.
La retención de líquidos que generan algunas bebidas alcohólicas pueden estar relacionadas con la aparición de várices, además el alcohol provoca la dilatación constante de los vasos sanguíneos, esto facilita la aparición de las conocidas venitas rojas en la piel.
Facilita la aparición de acné debido al desbalance en los niveles de azúcar.
Otros efectos son el agravamiento de algunas enfermedades de la piel como la rosácea y la psoriasis, además de propiciar el debilitamiento y caída del cabello.


g) Pulmones

Uno de los efectos más nocivos del alcohol sobre los pulmones es que genera deficiencia del antioxidante glutatión en dichos órganos. La reducción de este antioxidante en los pulmones los debilita y facilita la aparición de enfermedades, esta es una de las causas por la cual los alcohólicos son más propensos a las neumonías.
Algunas investigaciones han demostrado que el consumo abusivo de alcohol propicia la aparición del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS por las siglas en inglés)  este síndrome es en realidad una forma más grave de neumonía, la infección del virus SARS causa una dificultad respiratoria intensa y puede llegar a ocasionar la muerte.