Un reciente estudio sugiere que los prebióticos –que sirven como alimento de las bacterias “buenas” del intestino- mejoran la calidad del sueño y amortiguan el impacto fisiológico del estrés.
En los últimos años, una buena cantidad de investigaciones
han arrojado luz sobre los beneficios para la salud de los probióticos, las
"bacterias buenas" que se encuentran en los alimentos fermentados y
suplementos dietéticos. Ahora, un primer estudio en su clase realizado por
científicos de la
Universidad de Colorado sugiere que los promotores de la
salud intestinal menos conocidos llamados prebióticos -que sirven como alimento
para las bacterias dentro del intestino- también pueden tener consecuencias
positivas, tanto para ayudar a dormir mejor como en mitigar las secuelas del
estrés.
Los autores de dicho estudio encontraron que los prebióticos
pueden mejorar tanto el sueño no REM, como también el sueño REM después de un
evento estresante.
Los prebióticos son fibras dietéticas que se encuentran
naturalmente en alimentos como:
- Alcachofas
- Ajo
- Puerros
- Cebollas
- Espárragos
- Bananas (plátanos)
- Cebada
- Avena
- Manzanas
- Cacao
- Semillas de lino
- Salvado de trigo
- Algas marinas
Cuando las bacterias beneficiosas digieren la fibra
prebiótica, no sólo se multiplican, mejorando la salud intestinal general, sino
que también liberan subproductos metabólicos. Algunas investigaciones sugieren
que estos subproductos pueden influir en la función cerebral.
La investigación
Para el estudio, los investigadores alimentaron a dos grupos
de ratas de 4 semanas de vida. Al primer grupo se le suministró una dieta
estándar, mientras que al segundo grupo se le administró una dieta estándar
pero que incluían prebióticos.
Posteriormente, se monitoreó la temperatura corporal de las
ratas, sus bacterias intestinales y los ciclos de sueño-vigilia utilizando
escaners que monitorean la actividad cerebral.
Lo que hallaron fue que el grupo que consumió la dieta con
prebióticos pasó, en promedio, más tiempo en el sueño no REM (sueño sin movimientos oculares rápidos), que aquellos animales que no consumieron dieta
con prebióticos.
Dado que suficiente sueño No REM y nutrición adecuada afecta
el desarrollo y función del cerebro y que los problemas del sueño son comunes
en la primera infancia, es posible que una dieta rica en prebióticos comenzando
en la infancia, podría ayudar a mejorar el sueño, a obtener un óptimo
desarrollo del cerebro y a una mejor salud psicológica.
Incluso después de haber estado expuestas a un factor de
estrés, las ratas con la dieta prebiótica también pasaron más tiempo en el
sueño REM (sueño con movimiento rápido de ojos). Se cree que el sueño REM es crítico para
promover la recuperación del estrés. Existen numerosas investigaciones que
muestran que aquellas personas que tienen más sueño REM después de una
situación traumática, tienen menos probabilidades de sufrir de trastorno de
estrés postraumático.
Ya se ha demostrado hace tiempo que el estrés reduce la diversidad
sana de las bacterias intestinales y conduce a un aplanamiento temporal de las
fluctuaciones naturales de la temperatura corporal.
Pero en las ratas de la dieta prebiótica se amortiguadas
estos impactos, manteniendo una microbiota intestinal sana y fluctuaciones
normales de temperatura, incluso después de la exposición al estrés.
Los autores han dicho que algunos estudios preliminares
muestren que, al igual que en las ratas, en los seres humanos los prebióticos
también jugarían a favor de la promoción del sueño. En el caso del estrés, ya han
habido varios estudios recientes en seres humanos que indican que una flora
intestinal diversa es un amortiguador natural del estrés.
Referencia:
http://journal.frontiersin.org/article/10.3389/fnbeh.2016.00240/full
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