Una investigación sugiere que el ejercicio físico puede
retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson, debido a que una molécula
que aumenta con dicha actividad, previene la agregación anormal de proteínas en
el cerebro.
Una molécula de proteína que aumenta con el ejercicio físico
parece prevenir el avance de los síntomas del Parkinson y puede ser la clave
para tratamientos futuros, dicen los expertos.
Los médicos de la
Escuela de Medicina de la Universidad de
Colorado creen que la actividad física practicada en forma regular, podría
estar relacionada con una mayor producción de una molécula de proteína
protectora del cerebro, la DJ-1 .
Los investigadores creen que la DJ-1 juega un papel en la
prevención de la acumulación de moléculas defectuosas que forman grupos de
proteínas dañinas, conocidos como cuerpos de Lewy, en el cerebro de pacientes
con Parkinson.
Algunos seres humanos con una mutación en el gen DJ-1 no
producen dicha molécula de proteína, y es casi seguro que desarrollarán
Parkinson, en muchos casos a una edad temprana.
Pero el investigador David Dexter, profesor de
neurofarmacología en el Imperial College de Londres, dijo que los hallazgos
fueron emocionantes, incluso más allá de la idea de que el ejercicio es
beneficioso para frenar la enfermedad.
"Lo que es particularmente interesante es que este
estudio también ofrece algunas explicaciones sobre cómo el ejercicio realmente
está ayudando, al aumentar los niveles de la proteína protectora DJ-1",
dijo.
"Esto significa que, si pudiéramos encontrar qué es
exactamente lo que desencadena el aumento de la molécula DJ-1, eventualmente
también podríamos encontrar una forma de producir un tratamiento que efectivamente
podría desacelerar la progresión de la enfermedad. Además, la memoria también
se podría mejorar aumentando los niveles de DJ-1, algo que nunca antes ningún
estudio había informado”.
La característica más común del Parkinson es un temblor involuntario,
así como un movimiento lento y músculos rígidos o inflexibles, pero hay una
variedad de otros problemas físicos y psicológicos.
Los síntomas son causados por la muerte de las células nerviosas en una
parte del cerebro relacionada con la producción del neurotransmisor químico
dopamina, que es vital para el movimiento humano.
El estudio, también se investigó en ratones con Parkinson,
dónde algunos tenían en su jaula una rueda de correr funcionando. En cambio, en
otros casos, la rueda estaba bloqueada. Posteriormente se realizaron pruebas de
rendimiento físico y mental en laberintos y pruebas de ejercicio.
Después de tres meses, el rendimiento en estas pruebas fue
significativamente superior en los roedores con la rueda activa, en comparación
de aquellos animales cuyas ruedas estaban bloqueadas, dice el estudio.
Conclusión
Los resultados indicaron que los ratones que corrían tenían
concentraciones significativamente más altas de DJ-1, Hsp70 y BDNF y tenían
significativamente menos agregación de alfa-sinucleína (proteína nuclear y
sináptica que es el principal componente de los cuerpos de Lewy) en el cerebro,
en comparación con los ratones de control. Estos resultados sugieren que el
ejercicio puede retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson al
prevenir la agregación anormal de proteínas en el cerebro.
Referencia:
http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0190160
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