¿Qué podemos hacer para preservar la salud del cerebro y mantenerlo ágil a medida que envejecemos? Examinemos los diferentes factores que influyen en la salud de nuestro cerebro.
El aumento de la esperanza de vida que ha habido en las
últimas décadas a nivel mundial ha traído consigo algunos problemas, uno de
ellos es el notable crecimiento de casos de demencia en las personas de la
tercera edad. No es en vano que se destinen importantes sumas de dinero para
investigar como prevenir, o al menos reducir, la velocidad de este proceso.
Aunque por lo general las investigaciones son realizadas por la industria
farmacéutica y por tanto, las soluciones pasan por el consumo de sus medicamentos.
A pesar de ello, cada vez hay más evidencias en cuanto a que el estilo de vida
juega un rol fundamental en este proceso.
No olvidemos que el cerebro es un músculo y como cualquier otro
músculo, necesita mantenerse en forma, veamos los 5 factores que más influyen en
nuestro estilo de vida para reducir el proceso que envejece el cerebro.
1.) Nutrición
Por lo general los alimentos y hábitos nutricionales que
reducen la enfermedad cardíaca y la diabetes, también parecen beneficiar el
funcionamiento del cerebro. Una dieta baja en grasas saturadas y azúcar
promueve una mejor circulación de la sangre en el cerebro, mientras que los
alimentos ricos en grasas saturadas obstruyen las arterias que lo alimentan.
Varios estudios han encontrado un efecto protector en el consumo
de pescado, especialmente aquellos con mayores porcentajes de omega 3, como el
salmón y el atún. Los frutos secos, verduras de color oscuro, las bayas, así
como la dieta mediterránea que hace hincapié en los alimentos de origen
vegetal, incluyendo legumbres, granos y aceite de oliva también son
especialmente valiosos para el cerebro. Un estudio reciente ha encontrado que
el aceite de pescado es ideal para preservar la función cognitiva y el volumen
del cerebro.
2.) Hipertensión y sobrepeso
La hipertensión arterial y el sobrepeso aumentan de forma
significativa las probabilidades de padecer demencia en la tercera edad. El
aumento de peso puede elevar la presión arterial y esta a su vez, aumenta el
riesgo de un accidente cerebrovascular. Incluso los pequeños derrames
(microinfartos) que a menudo ni siquiera se diagnostican, predisponen al
cerebro para padecer demencia. Por ejemplo, una investigación ha encontrado que
las personas que tenían grandes cantidades de microinfartos también tenían
puntuaciones cognitivas más bajas.
La práctica de deportes que muchas veces se realiza, justamente, para reducir el sobrepeso y la presión arterial, a su vez también
tiene un efecto beneficioso para el cerebro.
3.) Juegos para estimular el cerebro
Dado que el cerebro cada vez que aprende algo construye
redes neuronales nuevas, en los últimos tiempos las investigaciones se han
centrado en la creación de juegos que propicien esta creación de nuevas
redes de neuronas y hagan trabajar al “músculo” cerebral en personas de la
tercera edad, crucigramas, rompecabezas, juegos matemáticos son importantes
para este cometido. Más recientemente se han desarrollado algunos juegos en
ordenadores y aplicaciones móviles con el propósito de estimular distintas
funciones del cerebro, sobre todo la concentración. Existen algunas
investigaciones que afirman que este tipo de aplicaciones tecnológicas pueden
ser de gran ayuda, sin embargo, es importante aclarar que muchas de estas
investigaciones fueron llevadas a cabo por los propios fabricantes de los
juegos. Por tanto, serán necesarias más investigaciones para conocer el real
alcance de los beneficios de estas nuevas aplicaciones.
4.) Salir de la zona de confort
Los músculos de nuestro cuerpo crecen al ser desafiados y
sentirse incómodos, el cerebro se desarrolla de la misma forma y al igual que
un músculo cualquiera, también necesita ser desafiado de manera que se sienta
un poco incómodo. Por ejemplo, las personas que ayudan a los demás en la
resolución de problemas muestran un efecto protector mayor contra la demencia,
tal vez esto se deba a que con la solución de problemas cognitivos y
emocionales se esté ayudando a estimular distintas regiones del cerebro. Por el
contrario, las personas que están deprimidas y aisladas tienen un mayor riesgo
de demencia. Los investigadores creen que las actividades que son a su vez un
reto ofrecen un mayor beneficio, por ejemplo, aprender un nuevo idioma o tocar
un instrumento musical. Algunos científicos aseguran que actuar o hablar en
público (sobre todo si en el pasado no lo habías hecho) son actividades que
estimulan mucho distintas áreas del cerebro.
5.) Meditación e hipnosis
Tanto la meditación como la hipnosis han demostrado provocar
cambios positivos en el cerebro, ambas han sido capaces de influir en el flujo
sanguíneo vascular y en la estimulación de regiones específicas del cerebro.
Además, estos métodos son excelentes herramientas para controlar el estrés y la
respuesta al miedo, que están directamente vinculados con el proceso
inflamatorio que se asocia con la demencia.
Por otra parte, este mismo proceso inflamatorio también está
estrechamente vinculado a la disminución del hipocampo, el centro de memoria
del cerebro, lo cual es muy significativo ya que el hipocampo atrofiado es muy
común de ver en personas que padecen Alzheimer.
Existen investigaciones que revelan que incluso una sesión
corta de hipnosis o meditación puede hacer una diferencia sustantiva y esto se
puede lograr con algo tan simple como escuchar una grabación guiada por las
noches.