Una nueva investigación muestra que en adultos mayores, las diferencias relacionadas con la salud del cerebro -específicamente la fuerza de las conexiones entre las diferentes regiones cerebrales- varían de acuerdo al estado físico de la persona.
Estos resultados sugieren que una mayor capacidad
cardiorrespiratoria (medida de resistencia aeróbica) está relacionada con
conexiones cerebrales más fuertes y una mejor función cerebral durante la
tercera edad. La investigación fue realizada en el Instituto Beckman de Ciencia
Avanzada y Tecnología (Illinois, USA).
Los resultados del estudio, que fueron publicados hace unos
días en la revista Neuroimagen, ofrecen la evidencia más fuerte hasta la fecha
de que una buena condición física en un adulto mayor puede tener beneficios
sustanciales para la salud del cerebro, en términos de las conexiones
funcionales de sus diferentes regiones.
Existen muchas formas de evaluar la salud del cerebro, una
de ellas mide la fuerza de las conexiones entre las diferentes regiones del
mismo mientras la persona está completando un trabajo o durante un estado de
reposo. Las investigaciones han demostrado que algunas de estas conexiones se
debilitan con la edad, deteriorando la salud del cerebro.
Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI),
los investigadores midieron la fuerza de estas conexiones en adultos jóvenes y
en adultos mayores, en ambos casos en reposo. Como era de esperar, la mayoría
de las conexiones eran más débiles en los adultos mayores en comparación con
los adultos jóvenes.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores
examinaron el papel de la capacidad cardiorrespiratoria en estado de reposo en
adultos mayores.
El estado físico de una persona está determinado por la
eficiencia con la cual el individuo utiliza el oxígeno durante una actividad
física, por ejemplo, correr en una cinta.
Otros factores, además de la actividad física habitual,
pueden alterar la manera en que el estado físico afecte la salud del cerebro de
una persona. Por ejemplo, su composición genética puede influir en la condición
física y en la salud general del cerebro.
Los investigadores encontraron una relación entre el estado
físico y la fuerza de las conexiones entre ciertas regiones del cerebro en los
adultos mayores que era independiente de su nivel de actividad física habitual.
Un dato alentador es que los beneficios del estado físico parecen ocurrir
dentro de un rango bajo a moderado de resistencia, esto quiere decir que los
beneficios para el cerebro no dependen de estar muy en forma.
El estudio llega a la conclusión de que hay un papel
importante de la capacidad cardiorrespiratoria, más allá de la actividad física
habitual, en la salud del cerebro de los adultos mayores. Esto sugiere que el
cuerpo de algunos individuos se adapta mejor que otros a la actividad física natural,
es decir, a aquellos movimientos físicos que hacemos sin necesariamente
practicar deportes.
Sin dudas que este tipo de investigaciones ayudan a
comprender de que forma el estado físico puede proteger a una persona del
deterioro cognitivo y de la demencia relacionada con la edad.
Referencia: https://news.illinois.edu/blog/view/6367/274238
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