¿Cómo podemos tener una idea de si hemos desarrollado realmente una adicción a la comida? Vamos a ver algunas preguntas que nos pueden dar una pauta de si estamos ante un caso de relación adictiva con alimentos.
El primer paso para empezar a curarnos de una adicción (cualquiera
de ellas) es reconocer el problema. Existen siete preguntas esenciales que se
basan en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales
realizado por la Asociación Americana
de Psiquiatría, que es de referencia estándar para psiquiatras de buena parte
del mundo en el diagnóstico y clasificación de problemas emocionales y
mentales.
Este cuestionario básico establece criterios relacionados con
la tolerancia, la abstinencia, el grado de dificultad de autocontrol, el deseo
de dominar la situación y las consecuencias
negativas.
Se define a una persona como adicta en caso de contestar SI
a tres o más de las siete preguntas que se le plantean.
Vamos a ver estas preguntas basándonos específicamente en la
comida.
Piense en su propia experiencia con los alimentos y
responda a estas preguntas lo más honestamente posible:
1.) Indulgencia o tolerancia: ¿Ha venido aumentado su
consumo de alimentos a través del tiempo?
2.) Abstinencia: Cuando deja de comer ¿ha experimentado
alguna vez abstinencia física o emocional? ¿Ha experimentado irritabilidad o
ansiedad en ese momento?
3.) Dificultad de control: ¿Come generalmente de más o por más
tiempo de lo que quisiera? ¿Come a veces para aquietar sus sentimientos? ¿Ha
notado que los episodios de atracones sean cada vez más seguidos?
4.) Consecuencias negativas: ¿Ha seguido un patrón de
alimentación perjudicial aunque ello implique consecuencias negativas en su
estado de ánimo, autoestima, salud, familia o trabajo?
5.) Posponer o desatender actividades: ¿Ha reducido alguna vez o se ha sentido intimidado/a en
el trabajo, actividades sociales o recreativas, debido a su patrón de alimentación
o su peso?
6.) Energía emocional: ¿Pasa generalmente una cierta
cantidad de tiempo planificando sus hábitos de alimentación? ¿Pasa mucho tiempo
pensando en comer? ¿Alguna vez ha ocultado sus hábitos alimenticios porque le
dan vergüenza?
7.) Deseos de control: ¿Piensa en forma frecuente en reducir o controlar
su alimentación? ¿Ha intentado alguna vez cambiar sin éxito sus hábitos de
alimentación?
Siendo rigurosamente honesto consigo mismo, usted podrá
encontrar las respuestas sobre su relación con la comida.
Lo importante es darse cuenta de que si se pasa por un proceso de adicción, saber
reconocer el problema puede ser el primer paso para su tratamiento y cura. La
gran cantidad de información que ahora hay disponible sobre otras adicciones más
estudiadas, como el alcohol y drogas, ha generado conocimiento valioso para la
recuperación de la adicción a la comida y de distintos trastornos alimenticios.
Otra cosa importante a saber es que la adicción no es culpa de la persona y que, con apoyo profesional, se puede recuperar una
relación sana con los alimentos.