La relación de los aminoácidos con el estado de ánimo y la obesidad


Si usted se siente a menudo deprimido, tenso, irritable y con frecuentes ganas de comer, es posible que su cerebro tenga carencia de aminoácidos. Veamos por qué.


Aminoácidos depresión obesidad


Cada uno de los neurotransmisores que hacen funcionar al cerebro, están hechos de bloques construidos por proteínas llamadas aminoácidos. Los aminoácidos son producidos por nuestro propio cuerpo o ingeridos a través de los alimentos que consumimos. Si no tenemos la cantidad suficiente de estos compuestos orgánicos, es posible que nos sintamos deprimidos, tensos, irritables y con ganas de comer sin tener hambre (sobre todo productos procesados y ricos en azúcar), ya que la carencia de aminoácidos conspira contra la correcta regulación del apetito.

Ahora, si nuestro cuerpo produce muchos de los aminoácidos que necesitamos y obtenemos los demás de los alimentos ¿Por qué podríamos tener carencia de los aminoácidos necesarios? 
Es muy importante saber que existen, fundamentalmente, cuatro razones por la cual los seres humanos podemos tener deficiencia de estas sustancias:


1.) Falta de proteínas

Las proteínas son absolutamente imprescindibles para que el cuerpo produzca aminoácidos y debido a que los aminoácidos no se almacenan por mucho tiempo, necesitamos comer suficientes proteínas todos los días, ya que es a partir de la descomposición de las proteínas en nuestro sistema digestivo, que el cuerpo puede tener acceso a los aminoácidos que necesita.
Tanto los alimentos de origen animal como vegetal contienen aminoácidos, pero sólo los de origen animal contienen todos los aminoácidos esenciales.
Algunos de los alimentos de origen animal ricos en proteínas son la carne, pollo, pescado, huevos, leche, queso y yogur.
Las personas que reciben la mayor parte de las calorías de productos dulces o ricos en almidón, son propensos a tener deficiencia de proteínas. Los veganos y vegetarianos, también son a menudo deficientes en proteínas, en este caso necesitarían una dieta suculenta y muy rica en legumbres, frutos secos, semillas, granos y verduras todos los días, para obtener todos los aminoácidos esenciales.
Las personas que basan su dieta en algunos productos como la pasta, también están en un mayor riesgo de tener deficiencia de aminoácidos.


2.) Mala digestión de proteínas

A veces no basta con consumir suficiente cantidad de proteínas.
Las proteínas deben descomponerse antes de que sean de alguna utilidad y existen personas que tienen una pobre digestión de proteínas, esto se debe a anomalías bioquímicas que limitan la capacidad del organismo para su correcta descomposición (estas anomalías por lo general son de origen genético).
En otros casos, la insuficiente digestión de proteínas proviene de la falta de ácido clorhídrico. Para la descomposición de los alimentos, el estomago secreta un poderoso ácido gástrico llamado ácido clorhídrico. El ácido clorhídrico convierte una sustancia llamada pepsinógeno en pepsina, una enzima que descompone a las proteínas en sustancias más pequeñas llamadas polipéptidos. Sin pepsina, el organismo no puede digerir las proteínas, por lo que una disminución en la producción de ácido clorhídrico resultaría en una digestión de proteínas menos eficiente.
La carencia de ácido clorhídrico no sólo se traduce en una disminución en la absorción de nutrientes, sino también en deficientes señales al cerebro de que el estómago está lleno, llevando a la persona a comer calorías de más y, por tanto en muchos casos, a padecer obesidad.
  

3.) Envejecimiento

El proceso de envejecimiento también es un factor que provoca insuficientes niveles de aminoácidos, ya que a medida que envejecemos los niveles de ácidos estomacales disminuyen. Desde la adolescencia hasta los 30 años, el ácido del estómago se reduce casi en un 40% y desde los 30 a los 70 años, se reduce casi la mitad otra vez. En consecuencia, nuestra capacidad para digerir proteínas disminuye con la edad.
Por supuesto que no podemos detener el envejecimiento, pero hay cosas que si podemos hacer para ayudar a sostener la síntesis de proteínas en nuestro cuerpo. Dormir lo suficiente, evitar el estrés, la práctica regular de ejercicios físicos y una dieta rica en proteínas, ayudan bastante.
  

4.) Uso de antiácidos

Otra causa muy común en los bajos niveles de aminoácidos, es el uso frecuente de antiácidos. Muchísimas personas que sufren de malestares estomacales o indigestión, desarrollan estos problemas a partir de comer en exceso y consumir posteriormente antiácidos.
Las personas que se automedican por estas molestias pueden, sin saberlo, reducir aún más sus ya bajos niveles de ácido clorhídrico y en consecuencia, agravar el problema de la digestión de proteínas.
Como el ácido clorhídrico ayuda a controlar el apetito, la disminución de su nivel puede resultar en un agravamiento de los patrones de alimentación, favoreciendo la aparición de algún desorden alimenticio. Por tanto es crucial disminuir el consumo de antiácidos.


Conclusiones

Los bajos niveles de aminoácidos son, frecuentemente, culpables de trastornos alimentarios y de estados de ánimo depresivos y/o irritables. Si usted tiene algunos de estos problemas, no estaría de más chequear sus niveles de aminoácidos.
Tanto las pruebas como los tratamientos son simples y seguros, una correcta suplementación con aminoácidos sumada a una adecuada alimentación, pueden hacer una enorme diferencia en la capacidad de controlar su apetito y su estado de ánimo.