La pérdida de la audición es un problema al que muchos niños y adolescentes se enfrentan. Existen varias causas y muchas maneras de prevenirla. Demos un repaso de las causas, los síntomas y qué medidas se deben tomar antes que los niños desarrollen esta condición.
Causas
Una de las causas más comunes de pérdida de audición en
niños son las infecciones de oído. Las infecciones son la causa principal de
pérdida de la audición en todo el mundo. Si no se atienden correctamente y la
infección se extiende, puede dañar el canal auditivo u otras partes importantes
del oído.
Algunos niños ya nacen con infecciones en los oídos, otros
la contraen a muy temprana edad, lo que puede causar problemas en cualquier
momento durante la vida de un niño. Se estima que aproximadamente un tercio de
los adultos mayores de 65 años tienen pérdida auditiva. Esto puede ser debido a
una serie de causas, pero a menudo se debe a una infección. Los niños son mucho
más propensos a las infecciones de oído que los adultos.
Otra enfermedad importante que afecta a la pérdida de
audición en los niños es la otitis media. Es la inflamación del oído medio, que
es un área sensible localizada detrás del tímpano. Esta dolencia es causada
generalmente por la acumulación de líquido. Aunque el fluido no esté
necesariamente infectado, es muy propenso a las infecciones.
La otitis media es una de las enfermedades más comunes en
los niños pequeños. Aproximadamente el 70% de los niños ha experimentado otitis
media al menos una vez.
Esta enfermedad generalmente lleva a una infección de oído,
su nivel de gravedad es muy variable y depende de cada caso.
¿Por qué los niños son tan propensos a las infecciones de
oídos?
Aunque las infecciones de oídos son comunes en general, son
pocos los adultos que desarrollan enfermedades como la otitis media. Si bien
cualquier persona puede contraer una infección en el oído, los niños son
especialmente susceptibles. Esto es, en parte, debido a un sistema inmune
ligeramente más débil. Por ejemplo, ya cuando llegamos a adultos, hemos desarrollado
algunos tipos de inmunidades a lo largo de nuestra vida.
Otra razón es la
Trompa de Eustaquio del niño. La Trompa de Eustaquio es un escueto
pasaje que conecta la nariz y la garganta con el oído. Este pasaje va cambiando
de posición a medida que crecemos, cuando somos niños pequeños, dicho pasaje es
más diminuto y está en una posición más horizontal, por lo tanto es más
propenso a la obstrucción y las infecciones.
Otra de las principales causas de pérdida de audición son
los ruidos continuos muy fuertes (como es de suponer, en la inmensa mayoría de
estos casos se debe a escuchar música con volumen muy alto). Este tipo de
dolencia normalmente se desarrolla con el paso del tiempo, pero ha habido casos
en los que la pérdida de la audición se desarrolló en un solo día. Los niños
cuantos más pequeños son, más dificultades tienen para adaptarse a los ruidos
fuertes.
Síntomas: reconociendo la pérdida de la audición
La pérdida de audición no es algo muy fácil de diagnosticar.
Muchos de los síntomas causados por las infecciones son temporales, además, la
pérdida de audición a menudo se desarrolla con el tiempo. Es por eso que es
importante reconocer los síntomas de una infección lo antes posible, de modo
que pueda ser tratada rápidamente.
Los síntomas de pérdida auditiva pueden variar de un niño a
otro. Las infecciones del oído pueden también variar en intensidad, por lo que
algunos niños pueden no experimentar dolores agudos o la fiebre asociada con la
enfermedad.
En niños más grandes será más fácil detectar el problema ya
que el chico manifestará alguna molestia, en caso de bebés ya no lo es tanto,
por eso debemos estar atentos a estas señales:
- Llanto o irritabilidad frecuente
- Fiebre
- Problemas para dormir
- Vómitos
- Diarrea
- Exceso de mucosidad
- Secreción de líquido del oído
- En ocasiones, tocarse la oreja reiteradamente puede ser un síntoma de molestia
Medidas de prevención
La prevención de la pérdida de audición comienza en el
hogar, con los padres. Hablar con los niños para que escuchen música a un
volumen razonable, es muy importante.
Hay algunas vacunas como la antineumocócica que pueden
prevenir algunos tipos de infecciones de oído. Esto puede ser discutido con el
pediatra del niño que seguramente analizará el tema ya que no todos los casos
son iguales. Algunos medicamentos pueden reducir la hinchazón u otros síntomas
de la infección, disminuyendo el tiempo de exposición.
Si el niño va a estar expuesto a un clima frío, puede usar
orejeras. Esto puede ayudar a prevenir algunas infecciones de oído.
Otras medidas de prevención rutinarias son:
- Amamantar al niño, esto lo hace menos propenso a muchos tipos de infecciones
- No exponer al niño al humo de tabaco
- Evitar el uso de antibióticos en forma excesiva
- Enseñe al niño medidas de higiene (lavado de manos, no juntar objetos del suelo, etc.)
- Estar alerta ante cualquier tipo de enfermedad del niño ya que disminuye sus defensas
- No exponer al niño a climas fríos
- Estar alerta en casos de alergias y resfriados
La adopción de medidas simples es a menudo la mejor forma de
actuar y ayudará a mantener el riesgo de pérdida de audición del niño en un
nivel mínimo.