Un estudio reciente realizado en Canadá sugiere el uso de probióticos para prevenir infecciones del tracto respiratorio.
Existe una creciente evidencia de que los probióticos pueden
reducir el riesgo y la duración de las infecciones del tracto respiratorio, así
como reducir el uso de antibióticos y las ausencias en el trabajo. Replicando un
modelo de investigación utilizado en Francia, los investigadores examinaron los
posibles impactos clínicos y económicos en Canadá.
El estudio incluyó a investigadores del Instituto de
Investigación en Salud de Ontario y la Laval University de Quebec. El estudio incorporó dos escenarios separados de dos metanálisis.
Un metanálisis combina datos de múltiples estudios
utilizando un enfoque estadístico.
Los resultados de la investigación mostraron que el uso regular de
probióticos eliminaba hasta 2.3 millones de días por año de infecciones del
tracto respiratorio, lo que resultaría entre 330 mil a medio millón de días de
enfermedad menos para los canadienses y unas 70 mil recetas de antibióticos
menos.
Esto se traduciría en millones en ahorros para el sistema de
salud. Al contabilizar las pérdidas de productividad debido a una enfermedad
relacionada a infecciones en el aparato respiratorio, se podrían ahorrar casi
100 millones de dólares canadienses al año.
Las infecciones del tracto respiratorio son altamente
contagiosas: del pecho, la garganta o las vías respiratorias, incluida la influenza.
Alrededor del 5 al 20% de la población canadiense experimenta al menos una
infección del tracto respiratorio por año, y el 3% de todos los costos de
atención médica provienen de estas enfermedades.
"Si pudiéramos reducir la carga de infecciones del
tracto respiratorio, beneficiaría tanto a los pacientes como a los
contribuyentes canadienses", dijo Gregor Reid, Director del Centro
Canadiense para la Investigación de Microbiomas Humanos en Lawson y profesor en
la Escuela Schulich de Medicina.
Los que más se benefician son los niños menores de 10 años,
las personas que viven en un entorno comunitario (incluido el trabajo de
oficina en espacios abiertos) y las personas no vacunadas contra la influenza.
Si bien las infecciones del tracto respiratorio suelen ser
virales, a una cuarta parte de los pacientes también se les prescriben
antibióticos (que ofrecen beneficios solo contra las infecciones bacterianas).
"Los antibióticos pueden tener efectos secundarios graves, como destruir
muchas bacterias benéficas en el cuerpo humano", dijo Reid.
Por esta razón, el uso de probióticos es una defensa
importante contra las infecciones del tracto respiratorio.
Los probióticos son "microorganismos vivos que, cuando
se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud".
Algunos alimentos que los contienen son: yogurt, aceitunas en vinagre, queso
crudo, kéfir de leche, kéfir de agua, col fermentada, miso y té de kombucha.
"Las personas están consumiendo cada vez más probióticos
como parte de su dieta diaria o suplementos dietéticos por sus beneficios
comprobados para la salud", explicó Reid. "El hecho de que los
probióticos también se pueden usar para prevenir infecciones del tracto
respiratorio los hace aún más importantes".
Referencia:
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0166232
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