Estos cambios en nuestro organismo se deben a la liberación de un neurotransmisor: la dopamina.
Veamos como y porque.
¿Que es la dopamina?
La dopamina es una molécula que participa en los llamados sistemas de recompensa. Se trata de un neurotransmisor que refuerza comportamientos que son claves para la supervivencia de la especie humana (alimentación, sexo, etc.), con el fin de que se hagan reiterativos.
Dicho esto, muchos se preguntarán ¿por qué la música provoca liberación de dopamina si no influye en la evolución de la especie?... Porque produce un sentimiento que también es necesario para la subsistencia humana: el de bienestar.
Cuanto más placer, más dopamina
¿Cómo es el proceso?
La dopamina se libera en el momento álgido de la melodía, es ese momento en el que un escalofrío recorre nuestro cuerpo. Se ha comprobado además que unos segundos antes se produce una descarga de dopamina relacionada con la anticipación.
En el momento de máximo placer se activa una zona del sistema límbico llamado 'núcleo accumbens' que es inundado literalmente por dopamina. Esta zona es la responsable de la euforia. El 'núcleo accumbens' juega un papel muy importante en la recompensa, la risa, el placer y la adicción. Es el lugar anatómico en el cual las drogas altamente adictivas (cocaína, anfetamina…) provocan un aumento de la liberación de dopamina.
En lugar de activarse el 'núcleo accumbens' se activa la 'amígdala cerebral' y el 'giro parahipocampal'. Esta región anatómica también está implicada en la música del suspense, por eso los pacientes que tienen esta zona lesionada no son capaces de reconocer señales de peligro a partir de la música.