Accidente cerebrovascular y estrés, cada vez más jóvenes


En la última década, algo que ha llamado la atención a los sistemas sanitarios de diferentes países, es el aumento de casos de ataques cerebrovasculares en personas cada vez más jóvenes.
Este tipo de ataques era, hasta hace algunos años, considerado raro en menores de 40 años, hoy es algo que los especialistas están viendo cada vez más seguido.
Indudablemente, el estilo de vida tiene su que ver en este incremento de casos, y el estrés juega un papel fundamental.
¿Qué se puede hacer al respecto?




Los síntomas de un ACV en una persona menor de 40 años son básicamente los mismos que en los mayores, ellos son:

  • Dificultad para caminar o mantener el equilibrio
  • Debilidad repentina en una parte del cuerpo
  • Problemas para entender o hablar
  • Dolor de cabeza muy intenso
  • Falta de visión de uno o en los dos ojos 


Ante cualquiera de estos síntomas, se debe pedir ayuda a alguien cercano o llamar inmediatamente a la emergencia.


Un ataque cerebrovascular en un menor de 40 se puede deber a múltiples factores, algunos de ellos son:

  • Embolia cardíaca (alteraciones en el flujo sanguíneo producen émbolos y estos tapan alguna arteria)
  • Arteriosclerosis precoz
  • Vasculopatía no arteriosclerótica (incapacidad de las arterias de conducir sangre hacia otras partes del cuerpo)
  • Disección arterial extracraneana (producida en muchos casos por abuso de drogas)
  • Alteraciones de la coagulación


¿Qué papel juega el estrés en un ACV en un menor de 40 años?

El estrés es un potenciador de la hipertensión arterial, por tanto es, sin dudas, un factor desencadenante de un ACV.
Los neurólogos aseguran que el estrés puede llegar a duplicar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Resulta evidente que el ritmo de vida de las últimas décadas ha venido cambiando: la imposición de la comida chatarra, la cada vez más escasa actividad física en los jóvenes y el afán por poseer cada vez más valores materiales, ha desencadenado en que muchas personas al sufrir circunstancias estresantes y trastornos emocionales o nerviosos, se habitúan a somatizar con un aumento recurrente de la presión arterial, y esta lleve a otros problemas de salud, como la hipertensión y el ACV entre ellos.


¿Cómo puedo controlar el estrés?

  • Algunas técnicas para calmar la mente han dado muy buenos resultados a personas con alto nivel de estrés: yoga, meditación, etc.
  • La actividad física es excelente para rebajar los niveles de estrés, sobre todo el ejercicio aeróbico (correr, caminar, etc.)
  • La dieta es un factor importante, muchas frutas y verduras son desestresantes por su alto contenido de vitaminas B, C y triptófano (espinaca, lechuga, tomate, naranja, kiwi, plátano, etc.)
  • Sopesar las crisis y los fracasos laborales como experiencias de aprendizaje.
  • Ser optimista y cultivar la amistad son ‘ejercicios mentales’ que valen la pena practicar
  • Ante un momento adverso, demostrarse a uno mismo de que se puede influir sobre la situación y dominarla.
  • Evitar conflictos y discusiones para reducir el riesgo de que suba el estrés y la presión arterial
  • Algunas infusiones han resultado ser muy efectivas para reducir el estrés (tilo, romero, albahaca y melisa)